L. M. A.

El Partido Popular reclamó ayer una estrategia local de calidad del aire igual o similar a la que existe en otras ciudades para prevenir la contaminación. Ese tipo de actuaciones conllevaría, entre otros, un ordenamiento de los transportes rodados, un programa para sustituir las fuentes energéticas que más contaminan y un nuevo diseño del tráfico.

El portavoz popular, Constantino Álvarez, explicó que los índices de contaminación en Avilés superan en las cuatro estaciones de medición los niveles medios admitidos. Y se refirió al responsable de Medio Ambiente, Luis Ramón Fernández Huerga, para recordarle que así y todo en Avilés no son necesarios índices ni las tablas. «Todos tenemos ojos, garganta y nariz para darnos cuenta enseguida de que vivimos en lugar altamente contaminado». Fernández Huerga, mucho más optimista que el edil popular en cuanto al estado de la salud ambiental de concejo, pidió, no obstante, hace unos días medidas para que Baterías de Coque no ensucie con sus humos el futuro Centro Cultural Oscar Niemeyer.

Sobre ese particular, Constantino Álvarez criticó al concejal socialista por preocuparse antes de la limpieza del Niemeyer que de la salud de los avilesinos. «Es una tomadura de pelo que Huerga se preocupe ahora de las incidencias de los humos de Baterías en el Niemeyer dejando a un lado los efectos sobre los ciudadanos», subrayó.

El PP rebate el optimismo del gobierno local sobre la contaminación. Recuerda que sólo en partículas en suspensión, la ciudad superó en 266 días en 2007 los niveles de emisión permitidos. En CO2 o dióxido de carbono rebasó los máximos tolerables. Y también en óxidos sulfurosos. Los datos del benceno -un elemento fuertemente cancerígeno- indicarían, de acuerdo con los populares, que en Avilés se han multiplicado por cinco las emisiones con respecto a otros lugares de Asturias.

Constantino Álvarez dejó, además, constancia de que la prueba de que no se ha resuelto el problema de la contaminación está en que la declaración de Avilés como ciudad altamente contaminada no se ha revocado, pese a que tanto el Principado como el Ayuntamiento llevan pidiendo desde hace años una nueva catalogación ambiental.

Álvarez animó a Fernández Huerga a ponerse a trabajar para conseguir un mejor estado de salud ambiental. Y aprovechó la ocasión para calificar al concejal socialista de «chuleta» y «bronquista» por sus últimas declaraciones sobre Arcelor.