Saúl FERNÁNDEZ

Marian Suárez cruza, veintidós años después, el «Puente colgante sobre el abismo de las sensaciones», un título como un resumen a veintidós años de salto de obstáculos, de carrera frente al tiempo en el arte que cocina los versos.

La Casa de Cultura acoge desde ayer y hasta el próximo día 14 una muestra que sintetiza las dos largas décadas invertidas en la poesía, desde «Escribo los silencios» hasta «Las calendas griegas», su última colección de poemas antes de este «Puentes colgante sobre el abismo de las sensaciones», un extenso volumen que supera las quinientas páginas y que contiene las esencias de sus ocho libros, más todos los cuadernos de distribución casi clandestina que han ido saliendo en estos cuatro lustros dedicados en plenitud a dar vida a esas sensaciones que ahora la escritora quiere superar cruzando ese puente colgante que da título a sus grandes éxitos.

La muestra, «Poesía, material y memoria», recoge fundamentalmente ejemplares de sus libros, recortes de prensa que mencionan a la escritora en su homenaje, trofeos, algunas fotografías, programas de mano de recitales y algunos cuadros.

Acompañaron a la escritora, entre otros, el artista Benjamín Menéndez; el cronista de la villa, Justo Ureña; la periodista Ester Segovia; la presidenta de la asociación Artea, Laura Cueto; la presidenta local de Cruz Roja, Nelly Fernández Arias, el párroco y escritor José Manuel Feito, y Natalia Menéndez, María José Rosete, Rebeca Fernández, de Creactiva, y, por supuesto, Román Antonio Álvarez, el concejal de Cultura.