E. CAMPO / I. MONTES

La abstención de ASIA dio ayer oxígeno al PSOE de Avilés en su defensa del trazado de la Ronda Norte propuesto por el Principado. La moción de urgencia mediante la que el PP intentó que el Pleno rechazara, a imitación de la Junta General, el vial que molesta a Castrillón, no pudo salir adelante pese al apoyo que IU le prestó a regañadientes, porque les faltaron los votos de los cuatro concejales independientes. Antonio Sabino, portavoz de ASIA, dijo en su intervención: «Comprendemos a Castrillón, cómo no, pero además tenemos que valorar que el Puerto es de interés para todos». Un Castrillón que, por cierto, ayer volvió a expresar su total rechazo y a apelar a la decisión tomada en la Junta General de buscar un nuevo trayecto.

La ambigüedad de las intervenciones de Sabino en el Pleno avilesino, que no se decantó claramente hasta el momento de votar, desconcertó al resto de grupos, que intentaron ganarse su apoyo. El portavoz del PP, Constantino Álvarez, le dijo: «Sabino, yo no sé si usted va o viene respecto a la ronda, pero tiene hoy una responsabilidad importante, sus votos pueden hacer que la moción salga o no». Y, efectivamente, hicieron que no saliera. La alcaldesa, Pilar Varela, se mostró muy satisfecha al concluir el Pleno, pese a que lo ocurrido en él no sea más que una declaración de principios: «Sabino se dio cuenta de que la documentación técnica demuestra que hay criterios para defender el trazado, y por eso no entró en una batalla política».

Durante las distintas intervenciones unos y otros aportaron los datos de un problema, el del trazado de la Ronda Norte, que se puso de especial relieve la semana pasada, cuando la Junta General aprobó pedir al Principado un nuevo trazado de consenso. Todos los grupos coincidieron en lo necesaria que es para la comarca esta infraestructura, que dará servicio al Puerto y a la industria, cuya urgencia es mayor, debido a la construcción del Niemeyer, que requerirá la eliminación de la arteria del Puerto. Hasta ahí todos de acuerdo.

El problema es que el trazado elegido por el Principado pasa cerca del Peñón de Raíces y del patrimonio cultural y natural de Castrillón, argumento que utiliza este concejo para rechazarlo de plano. Así las cosas, tanto el PP como IU defendieron ayer que era mejor cambiar el trazado antes de entrar en posibles conflictos judiciales instigados por el concejo vecino, que ralentizarían mucho la construcción. «Nos guste o no, tenemos que trabajar unidos. Sabemos lo que pasa cuando alguien se queda solo: se enquistan los problemas. El Gobierno tiene que sacar adelante esta situación», dijo Rañón. Álvarez pidió un proyecto que fuera aceptado por Castrillón.

Por su parte, el PSOE esgrimió, mapa en mano, las razones por las que da por bueno el trazado propuesto por el Principado. José Alfredo Iñarrea, portavoz y concejal de Urbanismo, explicó: «En 2006 el Principado presentó un proyecto, y tras el período de alegaciones, se modificó para ajustarlo a las necesidades», comenzó. Tras esas modificaciones «el área de protección del Peñón queda a 63 metros de la carretera propuesta, y con el río en medio; además no separa el monasterio de los restos arqueológicos». En cambio, «sí afecta a actuaciones urbanísticas previstas por Castrillón destinadas a chalés y a edificios de tres alturas previstos entre el monasterio y el Peñón». Además, aseguró que, de rechazar el proyecto, la incidencia sería tan negativa para Avilés como lo fue en su día alejar la ubicación de El Corte Inglés de Las Meanas. Por último, en respuesta a las insinuaciones del resto, aclaró que si el PSOE de Avilés votaba distinto de los diputados regionales que aceptaron negociar el trazado eso era, precisamente, por su condición de concejales de Avilés, cuya prioridad es que se construya la ronda lo más rápido posible.

La guinda la puso la alcaldesa, Pilar Varela, que aseguró que Avilés nunca se opondrá a que pase una carretera por el concejo. «Nunca será esta alcaldesa la que se apoye en los vecinos, que pueden tener intereses legítimos, para oponerse a una carretera, y no seré alcaldesa en el momento en el que utilice a los ciudadanos para enfrentamientos». A PP e IU, una petición: «No metan ustedes piedras en el engranaje».

La otra alcaldesa en juego, la de Castrillón, Ángela Vallina (IU), reclamó el cumplimiento del acuerdo de la Junta General del Principado, «que también votó el diputado socialista y primer secretario del PSOE de Avilés, Álvaro Álvarez, y empezar a negociar entre los dos ayuntamientos implicados y el Gobierno regional un trazado que no pase por Raíces». Vallina manifestó que al tratarse de una carretera estatal «la decisión final no debe ser de los ayuntamientos implicados, sino del Consejo de Ministros».