El céntrico solar de la manzana de Álvarez se parecía ayer a las inmediaciones de la mina de La Camocha. No era carbón, no, pero sí algo similar, a primera vista y como aparece en la fotografía, la especie de fango negruzco solidificado que extrajeron en el transcurso de la obra que se está llevando a cabo. No se sabe si el fango excavado se debe a la peculiar composición del suelo de Avilés, que en su día fue territorio de marismas. La obra, que en su cimentación ha encontrado también roca, prosigue sin otros incidentes.