T. CEMBRANOS

Entre promesas «incumplidas» y mociones desestimadas transcurren los meses y la carretera N-632, a su paso por la ciudad, sigue siendo un «quebradero de cabeza» para vecinos y conductores. Antonio Cabrera, presidente de la Asociación de Vecinos de Jardín de Cantos es uno de los principales críticos con la situación actual de la que culpa, a partes iguales, tanto al Gobierno municipal como a la Delegación de Gobierno.

El primero no quiere asumir la gestión de los cuatro kilómetros de la discordia hasta que no se construyan los viales de la Ronda Norte y el «pinchazo» del Polígono Empresarial Principado de Asturias (PEPA) que permitirían liberar a la carretera nacional del tráfico pesado. La razón, «el Ayuntamiento no tiene por qué pagar el coste del mantenimiento del vial».

El segundo, pese a estar dispuesto a ceder el vial y arreglar los 500 metros que discurren por el barrio de Jardín de Cantos -incluso se había comprometido con los vecinos a iniciar las obras de mejora en el primer trimestre del año o a ofrecer al Ayuntamiento 180.000 euros por kilómetro lineal para llevar a cabo las reparaciones del firme y dotaciones de mobiliario-, no hará nada hasta que el Ayuntamiento haga firme su intención a hacerse cargo del tramo.

El último capítulo de este serial de desencuentros lo vivió en primera persona el propio Cabrera. Hace unas semanas, harto de esperar que responsables de Delegación de Gobierno le descolgaran el teléfono, les remitió un escrito manifestándoles la «desesperación» de los vecinos por el mal estado del vial y pidiéndoles una solución urgente. La respuesta de la Delegación del Gobierno fue que había dado traslado de su queja a la Demarcación de Carreteras de Estado, «únicamente».

«Lo del compromiso de Antonio Trevín fue una broma pesada realizada en fechas preelectorales. Esto ya es una vergüenza. Ahora, que está lloviendo mucho, desde el paso de Larrañaga hasta Raíces no se puede circular por las aceras, porque están anegadas de agua. La carretera está inundada, llena de baches y mal asfaltada. La situación es lamentable», aseguró Antonio Cabrera. Pero el presidente de la Asociación de Vecinos de Jardín de Cantos tiene para todos. Los responsables municipales, según el dirigente, están «despreciando» de forma «vil» a los vecinos del barrio, ya que no exigen a Fomento la reparación del vial.

Y eso que es algo con lo que todos están de acuerdo. La alcaldesa, Pilar Varela, comentó el pasado mes de octubre, que habría una solución «en breve» para la carretera N-632. Su socio de gobierno, Fernando Díaz Rañón, de IU, incluso anunció, poco después, movilizaciones si el Gobierno central no arreglaba esa carretera. Los vecinos también cuentan con el apoyo de PP y ASIA. El primero presentó, el pasado abril, una moción al Pleno para solicitar la cesión de los tramos locales, aunque fue rechazada por el resto de partidos, en el caso de ASIA, porque en el escrito no se incluía una párrafo en el que se indicase que la carretera tendría que ser urbanizada por Fomento antes de pasar a ser municipal.