V. M.

La entrada de mujeres procedentes de fuera del Principado y, principalmente, del extranjero, ha logrado quebrar la tendencia migratoria negativa de la comarca avilesina que, en los últimos años, ha logrado un balance positivo, aproximándose así -aunque con matices- a los resultados que muestra el área central asturiana. Son precisamente, a tenor de los últimos estudios elaborados por el Instituto Nacional de Estadística y Sadei, las entradas de nuevos residentes en el concejo de Avilés las que logran compensar pérdidas de población por cambios residenciales en concejos como Castrillón o Corvera.

La comarca avilesina logró un balance positivo en el saldo migratorio después de que a finales del pasado siglo y los tres primeros años de éste perdiese más vecinos que ganaba a través de cambios de domicilio. Siempre según el INE, en el año 2006, la comarca (incluyendo Pravia, Muros, Candamo y Cudillero) recibió 273 residentes más de los que perdió por traslado de residencia, logrando así superar los números rojos de épocas anteriores, pero aún alejada de los saldos migratorios destacados de la comarca de Gijón y, muy singularmente, de la de Oviedo.

Ese saldo positivo en la comarca se obtiene con una destacada diferencia en cuanto a sexos. El aumento neto de población en el proceso migratorio se logra con una proporción de 188 mujeres sobre 85 varones, rompiendo la tendencia de años anteriores, en los que el número de hombres superaba al de mujeres en el caso avilesino.

Por concejos, Avilés fija la tendencia de su comarca. Desde el año 2004, el concejo ha logrado obtener balances positivos de migración a un continuado ritmo creciente. Ha pasado de perder 222 residentes en 2003 a ganar 54 en 2004, incrementar esa cifra a 130 al año siguiente y llegar a los 216 en 2006, última estadística desagregada del INE.

Es precisamente la afluencia de residentes de fuera de Asturias la que consigue aupar las cifras de la comarca avilesina. El saldo migratorio interno del área de influencia de Avilés arrojó un balance positivo de 273 personas en 2006, pero gracias a que la llegada nuevos residentes de fuera del Principado compensó la cifra negativa del saldo migratorio interno. Es decir, considerando únicamente los flujos con el resto de Asturias, la comarca perdió habitantes, pero los ganó con la llegada de personas del resto de España o del extranjero. Esta tendencia corre pareja a la del resto del área central, pero hasta los últimos años Avilés no había logrado incorporarse a ella. El resultado está muy lejos de los casi 4.000 vecinos que ganan en la balanza migratoria Oviedo y su entorno, de los cuales 2.300 proceden de fuera de Asturias. Gijón, en cambio, debe prácticamente la mayor parte de sus cifras positivas a los inmigrantes exteriores y, además, la evolución en los últimos años ha sido descendente.