Las Vegas, Illán GARCÍA

El Colegio de Las Vegas apuesta por la salud de sus alumnos. Por ello, desde la semana pasada, los responsables del centro han retomado los desayunos escolares. El alumnado debe ir sin desayunar al colegio y antes de comenzar con las clases acude al comedor, donde le espera un desayuno para «coger fuerzas durante todo el día». El único requisito es que cada escolar debe llevar una taza. Cada día de la semana va un curso diferente.

El desayuno comienza con un gran aporte vitamínico: la fruta. Los pequeños comenzarán este desayuno completo con manzanas, plátanos y peras. A continuación, le toca el turno a las tostadas con aceite y fiambre. Y de postre, un vaso de leche o yogur. Según los profesores del seminario de Educación para la Salud y Consumo «La Pelota Ludas», los alumnos deben probar un poco de cada elemento de este «potente» desayuno. Mientras los pequeños disfrutan de su aporte vitamínico mañanero, los maestros les van explicando la importancia que tiene el desayuno para afrontar un día con fuerza. La televisión no es muy amiga de un buen desayuno, según dicen, y por ello recomiendan que los alumnos no la vean mientras se alimentan con la primera comida del día. Otro aspecto importante en el que inciden los maestros es en la necesidad de tomarse el tiempo necesario para desayunar y «no tener prisas».

Las recomendaciones no se quedan ahí. Por ello, los pequeños pueden, según el profesorado, comer en el recreo los alimentos que no se han terminado durante su desayuno. Al concluir la jornada, los padres de los niños pueden saber qué alimentos han comido los pequeños en estos desayunos gracias a una ficha que elaboran en clase.