Amaya P. GIÓN

El polifacético Miquel Bonet, profesor universitario y escritor, presenta esta mañana en Avilés su obra «El estrés y la mala comunicación», en una conferencia organizada por la delegación avilesina de la empresa temporal Select, de la que, además, es consejero de comunicación.

-¿Nos estresamos por problemas de comunicación?

-Una mala comunicación, sobre todo en el ámbito laboral pero también en el de vida, produce estrés como estado ligado a la ansiedad, a una presión. Llega un punto en que el estrés sostenido tiene unas consecuencias para el organismo que, por ejemplo, influyen en pérdida de memoria, merma de la capacidad de pensar, problemas cardiovasculares, de respiración, incluso que pueden llegar a la impotencia sexual. El estrés produce bloqueo.

-¿Cuáles son las causas del estrés?

-Normalmente el estrés se encuentran asociado a cuatro esferas: la social, la persona que se siente rechazada por su entorno; la familiar y del círculo privado, como no sentirte bien con tu pareja, con tu familia o no gestionar bien las relaciones con tus hijos; la laboral, por un ambiente inadecuado, un jefe tóxico, por refugiarse en el trabajo o no disfrutar de él, y a nivel personal, si no vives de acuerdo con tu proyecto de vida.

-¿Existe el trabajo ideal?

-El trabajo ideal es hacer lo que más te guste y que, encima, te paguen por ello. Yo he cambiado de profesión. He sido decorador, responsable comercial, director de marketing, abogado, ponente en la ley de Trabajo Temporal, soy docente (...). En cada trabajo he hecho lo que más me ha gustado y he conseguido ganarme la vida con ello. La gente que trabaja en algo que no le gusta es un candidato al estrés permanente, un estrés que acabará por anular su capacidad de motivación, de aprendizaje y que le acarreará problemas físicos, psicológicos y emocionales.

-Pero dicen que el estrés es bueno, en pequeñas dosis..

-Hay un estrés bueno, como el colesterol, el conocido como «low estrés». Lo malo, como todo, es el exceso. Cuando se provoca una situación de estrés súbita (bajar de una montaña rusa, lanzarte en paracaídas, por ejemplo) nuestro organismo reacciona. El estrés sostenido provoca el suicidio de algunas neuronas del hipocampo. Un estrés momentáneo es como un turbo que te ayuda a superar una situación. Incluso, para superar algunas fobias hay investigadores que han recetado cortisol (la hormona del estrés) en pequeñas dosis. Es bueno ir un pelín estresados, presionados, pero si se sostiene esa situación de ansiedad puede llegar a provocar problemas de todo tipo.

-¿Cómo establecer cauces de comunicación óptimos en la empresa?

-Siempre y cuando se cumplan cuatro requisitos: el respeto, que es la clave de la comunicación, el reconocimiento por parte de los jefes y de los propios compañeros, tener un reto dentro de la empresa y, por último, sentirse realizado.

-¿Una receta para no estresar a los trabajadores?

-Te voy a dar dos. La primera: si quieres que un trabajador te haga un buen trabajo, dale un buen trabajo para hacer. Un buen líder es aquel que sabe sacar lo mejor de cada uno para su desarrollo. La segunda: intenta trabajar en lo que más te guste y conseguir que te paguen por hacerlo.

-¿La motivación es posible en cualquier empleo?

-Nadie te va a motivar, yo creo en la automotivación. Lo que hay que hacer es cargar tu vida de elementos motivantes. La motivación es algo personal, individual y depende del entorno.

-¿Y cómo se logra?

-Gestionando bien tu trabajo, tus relaciones personales, acercando lo máximo el proyecto de vida al proyecto profesional (...) y, sobre todo, reconociendo lo que no quieres hacer.

-¿Vivimos en una sociedad estresada por definición?

-Estamos inmersos en la globalización, en el progreso. Antes el progreso suponía un estímulo, era algo súper positivo. Ahora nos supone un reto diario, el mero hecho de estar al día provoca cierta ansiedad. Nunca hemos tenido tanta información y, a la vez, hemos estado tan mal comunicados. Nunca la gente ha estado tan sola. Estrés ha existido siempre porque, en el fondo, es la incapacidad personal a adaptarse.

-Pero dicen que es la enfermedad del siglo XXI...

-La velocidad del cambio produce una peor gestión del tiempo de nuestra vida. La mala organización del tiempo, de la vida, de las relaciones, es la peor causa del estrés. La pasión es el mejor desestresante. -¿Un consejo a los jefes para que no estresen?

-Mandar sabemos todos, así que deberían dedicarse más a dirigir. Dirigir, en el fondo, sólo depende de que la gente tenga muy claro su objetivo personal y lo que se espera de ella. El directivo debe querer a su equipo y ponerse por delante. Debe definir muy claramente los objetivos, lo que se espera de cada persona, y reconocer a la gente su trabajo, aunque sea más fácil echar la bronca. Un jefe es el que se tiene que ocupar de que haya buen rollo entre la gente.

Trayectoria

Miquel Bonet i Anglarill nació en Manresa en 1947. Dirige el programa de Formación Superior en Competencias Directivas del Instituto de Formación Continua IL3 de la Universidad de Barcelona, es docente en otras universidades y escuelas de negocios (como EAE o Esade), ha publicado más de quinientos artículos y es ponente habitual en foros relacionados con la comunicación y el trabajo. Bonet preside la consultora de selección ABR-Action Consulting y es consejero de comunicación del grupo Select. Además, es cooperante activo de un centro de acogida de niños en Togo (África Occidental).

Publicaciones

Entre sus publicaciones se encuentran «¡Qué estrés!» (Editorial Griker Orgemer. Barcelona, 2007), «Búscate la vida» (Editorial Centro de Estudios Ramón Areces, S. A. Barcelona, 2004), «El estrés y la mala comunicación», que presenta hoy en Avilés, y «Vivir del cuento», su última obra que presenta en unos días en Madrid en el marco de la Feria del Libro.