M. MANCISIDOR

El Colegio Santo Tomás de Avilés ya es una «escuela bolera». Este término, que en Andalucía se utiliza para definir un baile típico también llamado de palillos, se traduce en el centro educativo avilesino en una bolera cuatreada en la que, desde ayer, pueden jugar los pequeños del centro. Coincidiendo con la fiesta de fin de curso, responsables del colegio y representantes de la Federación Asturiana de Bolos participaron en la inauguración oficial de esta instalación deportiva, la única existente en un colegio del municipio.

Para estrenarla, dos equipos -el blanco y el rojo- formados por niños y entrenados por Isidro Caballero jugaron durante buena parte de la mañana en la nueva bolera. ¿El resultado? Dos cero para los blancos. El presidente de la Federación Asturiana de Bolos, Desiderio Díaz, y el párroco federado en bolos de la iglesia de Santa Teresa de El Pozón, Alfredo Cueto, tampoco dudaron en echar una partida.

«Ésta es una de las cuarenta y siete boleras que se han instalado en diferentes colegios de toda Asturias y hasta finales de año tenemos previsto inaugurar tres más, aunque aún no sabemos en qué lugar, la decisión es de Cultura», explicaron ayer los responsables de la Federación de Bolos.

Con la nueva bolera cuatreada en el Colegio Santo Tomás los pequeños avilesinos se podrán aproximar a un juego asturiano que la federación que dirige Desiderio Díaz se empeña en defender. Recientemente Díaz destacó que «los bolos son nuestra cultura». Para tratarse del primer día, los pequeños del Santo Tomás se afanaron en puntuar ante la atenta mirada de sus «profes» deportivos.

Tras la inauguración de la bolera, los alumnos del Colegio Santo Tomás continuaron la fiesta con un sinfín de actividades con las que celebraron el fin de curso. Los estudiantes asistieron a la presentación en sociedad de un grupo de rock, ofrecieron un espectáculo de playback, participaron en un picnic y en diferentes juegos. Los pequeños del Colegio Santo Tomás ponen así punto y final a un año de estudios y dan la bienvenida -las clases no han finalizado oficialmente- al verano. El año que viene, eso sí, los niños se incorporarán a clase con nuevas ilusiones y, además, con un bolera de cuatreada.