E. CAMPO

Slalom, baloncesto, ciclismo y esgrima. Todas estas especialidades deportivas, en su modalidad de deporte adaptado, fueron el tema del día en esa escuela de verano que son los Talleres Infantiles de Avilés (TIA). Deportistas del Club Cosa Nuesa hicieron del patio del Colegio Sabugo una pista polideportiva donde los escolares aprendieron a moverse en silla de ruedas, a librar obstáculos, a encestar en el aro de la canasta sin pisar el suelo, a batirse en duelo con espadas de goma y a ponerse en la piel de los deportistas que baten récords mundiales aunque les cueste esfuerzo subir un bordillo.

«La experiencia es muy buena, espero que los chavales se conciencien y se queden con la copla cuando vean a una persona en silla de ruedas». Quien así habla es Aladino Pandiella, destacado deportista en varias especialidades y miembro fundador del Club Deportivo Cosa Nuesa. De su mano los jóvenes deportistas ensayaron los movimientos bajo la canasta y a pasarse el balón. Con Jesús Bobes, los niños se encaramaron a las sillas para superar circuitos de obstáculos. Alejandro Rodríguez se encargó de la esgrima adaptada. Y las instrucciones para rodar sobre la «hand bike» (bicicleta que se mueve con el impulso de las manos) las dio José Alberto Álvarez, deportista y presidente de la Federación de Deportes para Discapacitados de Asturias (FEDEMA).

Al margen de la experiencia deportiva, la actividad está encaminada a que los escolares sean capaces de pensar en los usuarios de las sillas de ruedas, y no falta quien al final quiere comprarse una para poder jugar al baloncesto. Susana Quintanilla, Javier Peña, Ángela López, Elena Victoria López y Lucía Pérez disfrutaron lo suyo. «Estamos pasándolo muy bien, haciendo cosas que hacen los minusválidos», afirmaron. Según explicó José Alberto Álvarez, las actividades se enmarcan en el programa «Ponte en su lugar», del Cosa Nuesa, que se realiza de forma periódica con los distintos grupos de la TIA. «No solo están ocupados, también conocen algo distinto», concluyó.