Andrea SUÁREZ / E. C.

El obispo auxiliar de la diócesis de Oviedo, Raúl Berzosa, acudirá a Avilés el próximo lunes para asistir a la inauguración del nuevo convento de los frailes Franciscanos. La ceremonia de bendición del edificio se celebrará a la una de la tarde, y con ella se hará oficial el cambio de domicilio de la comunidad franciscana en Avilés, hasta ahora residente en un edificio anejo a la iglesia de los Padres Franciscanos.

El nuevo convento, situado en frente de la iglesia, al otro lado de la calle, está dividido en tres pisos con las siguientes dependencias: siete dormitorios, un oratorio, una biblioteca, cocina y comedor, sala de espera, despacho y sala de reuniones. En el sótano: almacenes, lavandería y sala de calderas. Las paredes están pintadas en el color marfil claro elegido por los Franciscanos.

En cuanto al viejo edificio conventual, ya está en vías de desaparición. La empresa Proiecto realiza la labor de desmontaje, que incluye también la restauración del exterior de la iglesia una vez que se retiren los añadidos y la urbanización de los espacios públicos recuperados en torno al ábside. La intervención en este edificio, que es el más antiguo de la ciudad, se realizará según las indicaciones de los arquitectos Cosme Cuenca y Jorge Hevia, asesorados por el avilesino Vidal de la Madrid, profesor de la Universidad de Oviedo.

El desmontaje tardará seis meses en completarse. Paralelamente, está previsto que el Principado intervenga sobre la capilla funeraria de Las Alas, y el Ayuntamiento también gestiona un repaso general a la limpieza de la iglesia de los Padres Franciscanos, cuya fachada está llena de hierbas.