J. C. G.

«Para dar un paso hacia adelante a veces se necesita un golpe fuerte, y para la seguridad europea el 11-M y el 11-S fueron ese golpe». Así se manifestó ayer Agustín Azparren durante la conferencia que, bajo el epígrafe «Perspectivas del espacio de libertad, seguridad y justicia», ofreció ayer en La Granda. El magistrado de la Audiencia Provincial de Asturias y antiguo vocal del Consejo General del Poder Judicial hizo una loa del nivel de coordinación entre los distintos cuerpos de seguridad de la Unión Europea a raíz de los atentados de Madrid y Nueva York.

Para Azparren, la joya de la corona de la cooperación europea es la orden de detención y entrega de personas perseguidas por la justicia, merced a la cual la decisión de cualquier juez europeo puede ejecutarse en cualquier país de la Unión Europea. «Es un sistema que significa un paso decidido y definido en la relación entre los jueces de la Unión y, además, elimina toda la burocracia que entorpecía cualquier movimiento», señaló Azparren, que cimentó sus opiniones con cifras: 7.000 órdenes de detención y 1.700 personas procesadas en 2005.

El magistrado también destacó la labor de los equipos conjuntos de cooperación policial. «Se ha desterrado la idea soberanista de que las policías sólo podían actuar en su territorio. Con los equipos conjuntos se han multiplicado los éxitos policiales, como demuestran las operaciones conjuntas entre España y Francia para capturar a etarras», explicó Azparren, que fue gráfico a la hora de definir el éxito de los equipos conjuntos: «En España es más difícil coordinar a la Policía Nacional y la Guardia Civil que a las policías española y francesa», señaló.