E. C.

El Beltaine también es gastronómico, pero los responsables de la venta de comida y bebida en el interior de Hermanos Orbón están defraudados por la pobreza de las ventas, que achacan a una falta de información. «Mal, muy mal», es el balance más generalizado en el ecuador del festival. Hasta los más satisfechos aseguran que la promoción no fue la adecuada y que es habitual que lleguen avilesinos por casualidad, sin saber lo que hay en el interior de la plaza. Las quejas de la UCAYC pueden haber influido en esa falta de difusión, según los vendedores. Falta también apoyo municipal, indican, y empeño colectivo para permitir que el Beltaine pueda alcanzar los altos vuelos de la «Semana negra» en Gijón. «¿Por qué no va a poder ser un festival celta alrededor del que se ofrezcan otras cosas, y que las asociaciones y entidades trabajemos para tener un dinero con el que realizar actividades?», planteó Alicia González, de La Luz. Elegir mejores fechas, que no colisionen con la «Semana negra», reducir los días del festival y el precio de los puestos -2.500 euros, que algunos ya no esperan amortizar- y adecuar los horarios son otras de las peticiones. Coinciden en que la organización tendrá que mejorar mucho.