Myriam MANCISIDOR

La comarca está sumida en un mar de contaminación. Ecologistas en Acción acaba de conceder seis banderas negras -galardones críticos con aquellas obras que afectan principalmente al litoral y cuyo impacto es irreversible o severo- a los concejos de Avilés, Corvera y Soto del Barco en su último informe. El colectivo otorga, además, un punto negro -actuaciones cuyo impacto es reversible- a Gozón y otro a Avilés. La existencia de vertidos contaminantes en la ría, las obras de ampliación del Puerto, el derribo de edificaciones históricas, el dragado en la ría del Nalón o la construcción de urbanizaciones son las actuaciones en las que se basan los ecologistas en acción la concesión de los galardones «pirata».

«A los vertidos contaminantes que se repiten año tras año en la ría de Avilés también hay que añadir los dragados en zonas costeras como los del puerto de Avilés o el puerto deportivo de La Arena», destacan así los ecologistas en su último informe que acaba de hacer público. Y añaden: «En Avilés también se está ampliando la margen derecha del puerto, lo que está haciendo desaparecer el espacio natural de El Recastrón». Los ecologistas en acción consideran que este enclave merece la calificación Ramsar (convenio relativo a los humedales de importancia internacional especialmente como hábitat de aves acuáticas) por ser un espacio vital para las aves limícolas europeas.

Para los ecologistas, además, la Autovía del Cantábrico supone, actualmente, la principal amenaza al paisaje asturiano ya que, a su modo de ver, la presión urbanística se concentra en torno a esta vía de comunicación. El colectivo incide también en el derribo de viviendas centenarias y construcciones características de la región «como las paneras y los hórreos para construir urbanizaciones como "Los Balagares", en Corvera». Por municipios, los integrantes del colectivo realizan el siguiente análisis de acuerdo al cual conceden las banderas negras.

l Ría de Avilés. Los ecologistas denuncian «más de veinte vertidos a la ría de Avilés de la empresa Arcelor Mittal». Aseguran también en su último informe que las obras de ampliación del puerto en la margen derecha están afectando a las Marismas de El Recastrón. «Después de décadas de intensa contaminación las marismas se estaban recuperando y naturalizando, esto se evidencia en la aparición de fauna marina que sirve de alimento a las aves migratorias presentes en Zeluán y el Recastrón», sentencian.

l Patrimonio de Avilés. El grupo Ecologistas en Acción critica el derribo de la Azucarera de Villalegre, que data del siglo XIX. «Con este derribo se elimina el patrimonio industrial de la historial de Avilés. En el terreno que queda, de 28.600 metros cuadrados, se construirán trescientas viviendas», recalcan.

l Corvera. Los ecologistas critican la «macrourbanización de seiscientas viviendas y campo de golf de dieciocho hoyos que causó graves daños ambientales». Añaden, al respecto: «Se adeudan dos millones de euros a los antiguos propietarios de los terrenos sobre los que se asiente el negocio según sentencia judicial contra la que no cabe recurso».

l Patrimonio corverano. Los ecologistas denuncian el derribo de una casona de arquitectura popular mariñana en Los Campos.

l Soto del Barco. «Los constantes dragados en la ría del Nalón para conseguir suficiente calado para el puerto deportivo que ha sido sometido a una ampliación de treinta a cien amarres debido a la demanda, afectan a la ría. La acción natural del mar mediante corrientes marinas devuelve en poco tiempo la arena a su sitio, por lo que se plantea la construcción de un espigón», explica Ecologistas en Acción en alusión a la localidad marinera de San Juan de la Arena.

Los puntos negros son los siguientes:

l Gozón. El colectivo se muestra contrario a la construcción de un campo de golf y una urbanización en Verdicio. «Dicho plan ya fue rechazado por la Cuota por su insostenibilidad y por afectar a espacios incluidos en el paisaje protegido del Cabo Peñas», aseguran.

l Avilés. «Las obras de recuperación ambiental desde el hospitalillo de Llaranes hasta Trasona afectarán al último bosque de ribera de Avilés, que sirve de corredor ecológico de muchas aves y de la nutria, una especie en proceso de recuperación en esta zona», concluyen.