Amaya P. GIÓN

Medio siglo de transformación de alúmina en la comarca se resumen, foto a foto, en la exposición sobre los cincuenta años de aluminio primario en Avilés que acoge desde ayer la Casa de Cultura y que constituye el acto central de las bodas de oro de la actual Alcoa. Representantes de la cúpula directiva de la multinacional distinguieron a la fábrica avilesina, una vez más, como la mejor del mundo en cuanto a la aplicación de tecnología Söderberg y confirmaron el futuro halagüeño de las instalaciones, que se comenzaron a levantar en 1954 sobre las marismas de San Balandrán.

El director de la fábrica aluminera avilesina, Javier Fernández, dedicó el homenaje a los 2.450 trabajadores que han pasado por las instalaciones durante las últimas cinco décadas. «Su esfuerzo se ha visto recompensado con la importante inversión en la planta que está garantizando nuestro futuro», dijo. Se refería a los 50 millones de euros que la multinacional ha invertido en tecnología en la fábrica avilesina y que según Marcos Ramos, jefe de la división de aluminio primario en Europa, convierte a las instalaciones locales en «pioneras» y en un «referente mundial». De hecho, explicó, Alcoa Avilés está transfiriendo ya tecnología a Turquía.

Participaron en la inauguración de la muestra, además, el presidente de la multinacional en España, José Ramón Camino; Pilar Varela, alcaldesa de Avilés, y Salvador Fernández, su homólogo en Gozón. Todos ellos evitaron hacer referencia a la crisis económica apelando a que el de ayer era un día de celebración y de homenaje a la plantilla. Javier Menéndez sólo apuntó, en este sentido, que la multinacional atraviesa una «época de vacas flacas» y habló más de «brotes positivos que» de «verdes». Reconoció cierta mejoría en el sector, pero apostilló: «Desconocemos si se trata de un repunte del mercado o de una situación coyuntural». La crisis llevó a la compañía a reducir un 20 por ciento la producción en las instalaciones de San Balandrán. ¿Para cuándo el pleno rendimiento? Menéndez evitó fijar plazos y se limitó a responder: «Cuando mejore de forma definitiva la situación económica».

Crisis aparte, la de ayer fue una jornada festiva para la fábrica de San Balandrán, que lleva producidas 3.560.000 toneladas de aluminio a lo largo de su medio siglo de historia.

El próximo día 28 se cumplen cincuenta años de la inauguración oficial de la planta, que tomó el relevo a la fábrica de San Juan de Nieva. La evolución de las instalaciones y de los métodos productivos se perciben en la muestra fotográfica que abarca instantáneas desde la construcción de las instalaciones, allá por 1954. Completan la exposición una serie de objetos, como fusibles de madera, cartillas sanitarias, convenios y medallas de antigüedad, entre otros.

«La fábrica de Avilés es un ejemplo de éxito en la industria. Ha superado con buena nota coyunturas complicadas y se ha sabido adecuar a los cambios (...) Por eso estamos celebrando ahora los cincuenta años y creo que vamos a llegar al centenario», concluyó Marcos Ramos. La muestra estará abierta hasta el 29 de agosto en la Casa Municipal de Cultura.