La Granda (Gozón),

Saúl FERNÁNDEZ

Juan Velarde Fuertes (Salas, 1927) es un hombre inquieto y con gusto por las opiniones contundentes. Una larga carrera le avala: es economista, profesor universitario, numerario de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas y, desde comienzos de los años noventa, vocal del Tribunal de Cuentas. También ha escrito una lista inacabable de títulos de referencia. Todos los veranos regresa a La Granda; es el director de los cursos que se desarrollan en la residencia de Arcelor desde hace ya 31 años. A continuación, desgrana opiniones sobre temas de actualidad.

l Un año más en La Granda. Esto es el milagro anual de Teodoro López Cuesta, que siempre dice que pertenece a una orden de frailes mendicantes. Se recorre las instituciones para conseguir que esto sea una realidad. Están ya muy avanzadas las negociaciones con la Fundación Humbolt, de Alemania, para reunir aquí a una treintena de científicos de primer orden... El trabajo de López Cuesta es el peor: conseguir el dinero. A mí, como director de estudios, sólo me queda lo bonito: hablar con éste o con aquél para, con el dinero conseguido, desarrollar un nuevo curso.

l Sanidad pública. Los presupuestos españoles están sometidos a una presión considerable. Ha aumentado mucho el gasto público a consecuencia del mecanismo crediticio que manda en el sistema. A esto se añade el aumento del paro, que se ha enmascarado por medio de una serie de obras un tanto pintorescas fomentadas por el Gobierno de España. No hay que olvidar tampoco el envejecimiento de la población, que se traduce en un aumento del número de pensionistas. Todo esto es presión sobre los deseos de la opinión pública, que dice: «No me toques la sanidad».

l Flexibilidad del mercado de trabajo. Cuando se habla de flexibilidad no sólo se trata de abaratar el despido. Se trata de que el empresario pueda mover a este trabajo a ese o aquel departamento, en función de las vacantes que tenga. Todo con el fin de aumentar la productividad.

l Abaratamiento del despido. Si de verdad se abarata el despido el empresario deja de estar agobiado. Se da la circunstancia de que no se despide porque es demasiado caro y así los gastos crecen, con lo que, al final, la empresa puede irse al demonio.

l Legislación laboral. Ha habido como seis reformas laborales que no han servido para nada, todo por el miedo que se tiene a las reacciones sindicales. El modelo laboral español no tiene parangón en todo el mundo. Hay dos formas de enfrentarse a este problema: la sueca y la estadounidense. La de Suecia es centralista y todo se impone desde arriba. La de Estados Unidos deja libertad a todas las empresas y sus sindicatos. En España lo que impera es un método intermedio: convenios provinciales que discuten personas ajenas a la empresa que los tiene que aplicar.

l Papel de los sindicatos. Resulta que España es el país occidental con más contratos eventuales, un 30 por ciento. Los empresarios dicen que esto es un disparate y que es preciso arreglarlo, pero el mundo sindical se niega y la consecuencia final es que aumenta el paro. Ya lo dijo Fernández Toxo (secretario general de CC OO) en su discurso de investidura: que no se toque nada. La situación es obvia: los sindicatos son los culpables del aumento del desempleo en España.

l Cinco millones de parados. El profesor Rafael Flores asegura, y yo lo suscribo, que en 2010 habrá cinco millones de parados. Eso es una tensión social angustiosa, porque en este momento no hay vías de solución a lo que estamos viviendo en España.