E. CAMPO

La cuenta atrás para el desmontaje del antiguo convento de los franciscanos ya ha comenzado. Tocan a vísperas en la residencia aneja a la iglesia románica, donde ayer comenzaron las tareas de retirada de mobiliario y el derribo de tabiques internos. Según explicó un portavoz de la empresa Grupo Proiecto, responsable de la obra, durante esta semana se completarán estos trabajos y a partir del lunes comenzará a vislumbrarse el desmontaje del edificio, comenzando por la eliminación de la teja. El plazo de obra es de seis meses, aunque los responsables no descartan que concluya antes, siempre y cuando las condiciones climatológicas lo permitan. El desmontaje se realizará de forma manual, de arriba abajo y de dentro afuera. Después se urbanizará el entorno, lo que permitirá el tránsito por detrás del ábside románico y una nueva perspectiva de la iglesia.

La retirada de los añadidos arquitectónicos es posible una vez que los frailes mudaron su residencia a un nuevo edificio, situado al otro lado de la calle, en un solar en el que también se levanta el futuro Museo de Avilés. La pequeña comunidad franciscana seguirá atendiendo desde ahí el culto en la iglesia, en la que arrancan cada año las procesiones de la Semana Santa avilesina.

Las obras de desmontaje y posterior rehabilitación del ábside se realizan en virtud de un convenio urbanístico, y cuenta con la dirección de Cosme Cuenca y Jorge Hevia. Estos mismos arquitectos son también los responsables de la intervención que la Consejería de Cultura realizará en la capilla de Las Alas.