Juan C. GALÁN

La comunidad franciscana de Avilés rompió ayer su habitual recogimiento y se echó a la calle para manifestar su fe. Si los cánones dictan que la exaltación cristiana en España se circunscribe a la primavera, con la celebración de la Semana Santa, los franciscanos avilesinos, capitaneados por Humberto González, fray Tito, rompieron discretamente la tradición para pasear ayer a su santo por el centro de la ciudad en una concurrida procesión que, no obstante, cogió por sorpresa a las personas que paseaban al filo de las ocho y media de la tarde por el entorno de la iglesia de los Padres, en la plaza de Carlos Lobo. La extrañeza no era baladí: octubre se vestía de Semana Santa.

El inédito paso era la manera con la que la comunidad franciscana quiso celebrar el día de San Francisco de Asís, que falleció el 3 de octubre de 1226 en la misma localidad italiana en la que había nacido 47 años antes. La fecha de su muerte es aprovechada por sus fieles para honrar su memoria el primer fin de semana de octubre de cada año. Sin embargo, los Padres Franciscanos avilesinos jamás habían dado el paso de manifestar su fe de manera pública, hasta ayer. La adquisición de una imagen de San Francisco de Asís en una tienda de imaginería de Oviedo animó a los cuatro padres que conviven en Avilés a organizar una procesión conmemorativa. La respuesta popular estuvo a la altura. Casi un centenar de feligreses se dieron cita en la iglesia de los Padres. Toda la comunidad franciscana de Avilés estuvo representada: hermanos menores, seglares y jóvenes Franciscanos.

Como preámbulo al momento culminante, los Padres Franciscanos celebraron un rosario y una misa solemne en la que se bendijo la figura, adquirida el pasado mes de julio, pero que hasta ayer había permanecido intramuros, como testigo de los cultos. Ayer, la imagen de San Francisco de Asís, sencilla y de 70 centímetros de altura, vio la calle por primera vez. Además, los feligreses ofrecieron al santo los alimentos que habían entregado voluntariamente a la comunidad franciscana y que irán a parar a organizaciones no gubernamentales que los distribuirán entre las familias más necesitadas de la ciudad.

Tras una hora larga de misa, la imagen de San Francisco de Asís salió a hombros de la iglesia de los Padres acompañado de la música de la gaita y el tambor de Xaréu D'Ochobre. La comitiva recorrió las calles de La Ferrería, El Sol, La Fruta y San Bernardo para regresar a la iglesia de la plaza de Carlos Lobo. En los rostros, la emoción de los grandes días como el de ayer fue para los franciscanos avilesinos.