Francisco L. JIMÉNEZ

La fábrica de Alcoa en Avilés, dedicada a la fabricación de cinc electrolítico, es «un modelo mundial de eficiencia energética». Así lo aseguró ayer el director de la planta, Javier Menéndez, en la presentación en Femac de un proyecto en el que colabora la multinacional y que tiene por objetivo concienciar a los ciudadanos de la importancia de adoptar costumbres «ecológicas» en el hogar. La iniciativa se denomina la «casa ecológica» y es uno de los platos fuertes de Femac, donde se puede visitar un expositor que recrea cómo debería de ser la casa ideal desde un punto de vista respetuoso con la naturaleza.

Menéndez dio a entender que la participación de Alcoa en proyectos como la «casa ecológica» no es simplemente un gesto de cara a la galería, sino que entronca con la filosofía industrial de la empresa. Así, Menéndez expuso que las inversiones por importe de más de 40 millones de dólares acometidas durante los últimos cinco años en la fábrica de Avilés tienen como objetivo, aparte de ampliar la capacidad productiva, reducir las emisiones contaminantes a la atmósfera y sustituir viejos sistemas productivos por otros más «limpios». Los frutos de esos esfuerzos son, según aseguró el jefe de la planta, «una fábrica modelo y el reconocimiento mundial, expresado por ejemplo en el liderazgo ambiental que le reconocen a Alcoa el Foro de Davos o el índice de sostenibilidad ambiental del Dow Jones».

El proyecto de la «casa ecológica» también con el respaldo de la Consejería de Medio Ambiente del Principado, cuya titular, Belén Fernández, resaltó que la «conciencia ecológica» de los ciudadanos es cada vez mayor, lo que obliga a administraciones y empresas a dar soluciones a los problemas ambientales que se le plantean al planeta. En este sentido la «casa ecológica» es un compendio de las medidas que se pueden tomar en el hogar para lograr la misma «eficiencia energética» de la que presume Alcoa.

Unos ejemplos: las ventanas de doble acristalamiento reducen un 30 por ciento el gasto en calefacción, las bombillas de bajo consumo (como las que está repartiendo gratis el Ministerio de Industria) proporcionan diez veces más horas de luz y gastan sólo un quinto de electricidad que las convencionales, las nuevas pantallas planas de televisión ahorran un 38 por ciento de energía, poner la lavadora con agua fría reduce el consumo eléctrico un 80 por ciento o cerrar el grifo mientras se lavan los dientes evita el despilfarro de 12 litros de agua por minuto. El ecologismo, pues, empieza en casa.