E. CAMPO

Orar por la paz y pedir que no se utilice el fenómeno religioso como elemento de división: este es el doble objetivo del encuentro ecuménico que once confesiones convocan para el sábado, a las seis de la tarde, en el Centro Municipal de Arte y Exposiciones (CMAE) del Arbolón. Según explicó Javier Valbuena, miembro de la orden franciscana seglar de la Iglesia Católica -y uno de los impulsores del acto-, es la primera vez que en Asturias se produce un encuentro de estas características, ya que las once confesiones participan en la organización. «Aunque la iniciativa fue nuestra, de la orden franciscana seglar, hablamos con las distintas confesiones y entre todas coordinamos el encuentro y convocamos la reunión», matizó.

Así, el sábado elevarán su voz por la paz budistas, hinduístas, judíos, musulmanes, anglicanos, ortodoxos rumanos, ortodoxos serbios, fieles de las iglesias evangélicas y protestantes, seguidores de la fe bahá'í, y católicos. La organización del evento está basada en el «respeto absoluto» para todas las confesiones y, según aseguró Valbuena, todos participan con un gran espíritu de colaboración. El católico estuvo acompañado ayer en la presentación del evento por José Quesada, sacerdote anglicano, y Gregorio López, anciano de la Iglesia Evangélica.

La estructura del encuentro será la siguiente: primero habrá un pequeño acto de bienvenida, y después cada confesión dispondrá de un tiempo de oración por la paz, con la condición de que no se hará proselitismo ni explicación de la fe, y de que sea en castellano o con una traducción por escrito. A continuación todos los participantes pronunciarán una oración común, pactada con todas las confesiones: será, concretamente, el texto atribuido a Francisco de Asís que comienza «Señor, haz de mi un instrumento de tu paz. Que allá donde hay odio, yo ponga el amor. Que allá donde hay ofensa, yo ponga el perdón...» «A todos les pareció perfecta esta propuesta, a veces pensamos que es difícil llegar a acuerdos para orar juntos fieles de distintas confesiones, pero sólo hay que encontrar la fórmula adecuada», indicó Valbuena. La idea, además, es que «el principal elemento común en todas las confesiones es el amor, y es en él en el que nos basamos para expresar que la paz es un bien supremo que debemos construir permanentemente», añadieron los organizadores.

De momento la unión de confesiones se produce para este acto concreto, aunque hay voces que piden una continuidad.