Raíces, Inés MONTES

Las entrañas del castillo de Gauzón aún guardan secretos que esperan a que alguien los saque a la luz. Las nuevas técnicas permitirán desvelar en los próximos meses algunos de los misterios de la fortaleza medieval castrillonense. A este respecto, los alumnos del curso de posgrado de experto en gestión y conservación de bienes arqueológicos, que organiza la Universidad de Oviedo en colaboración con la Escuela Superior de Arte de Asturias, fueron ayer testigos de la utilidad que tiene una máquina que se llama georradar y que rastrea el subsuelo y los elementos arqueológicos enterrados hace catorce siglos.

Los alumnos del curso que dirigen José Avelino Gutiérrez y Luis Saro tuvieron ayer una clase práctica. Los técnicos en la utilización de la máquina y el arqueólogo Alejandro García, director de las excavaciones del peñón de Raíces junto con Iván Muñiz, quisieron que los futuros expertos en la gestión y conservación de los bienes arqueológicos conocieran de primera mano las nuevas tecnologías en el yacimiento castrillonense.

La tercera campaña de excavaciones que se inició el pasado 1 de junio toca a su fin. La próxima semana, y antes de que la lluvia afecte a los hallazgos arqueológicos, el equipo comenzará a tapar el yacimiento hasta la próxima primavera. También las visitas guiadas que se iniciaron el pasado 1 de agosto están a punto de concluir.

La campaña de este año, que contó con un presupuesto de 60.000 euros, permitió, entre otros descubrimientos, sacar a la luz la puerta principal de acceso a la fortaleza y antiquísimas monedas de plata.