A. P. G.

La subdirectora de Orientación y Formación Profesional del Ministerio de Educación, Soledad Iglesias Jiménez, considera que «la FP ha dejado de ser el patito feo del sistema educativo». «Se ha mejorado mucho el atractivo de esta formación en España, y en Europa sigue siendo un objetivo seguir ese camino. Cuenta con muchas ventajas: una elevada inserción laboral, no es un camino cerrado (permite seguir progresando e incluso acceder a la Universidad) y combina teoría y práctica. En España ya no es el patito feo y en otros países, como por ejemplo Alemania, la valoración de la FP es muy alta», explicó la representante del Ministerio.

Soledad Iglesias ofreció ayer una conferencia en el Centro de Profesorado y Recursos (CPR) bajo el título «Reconocimiento de las competencias profesionales adquiridas por la experiencia laboral». «Hoy se aprende de muchas maneras. La gente adquiere competencias profesionales por distintas vías. Antes el camino pasaba por el colegio, el instituto y la Universidad. Ahora, las personas aprenden en muchas situaciones, por la propia experiencia laboral. Es un reto poder acreditar esas competencias y que se hagan valer para poder continuar su formación y obtener títulos y certificados profesionales», explicó. ¿Por ejemplo? «Una persona puede estar muy bien valorada en la empresa en la que trabaja pero no cuenta con nada que lo acredite, lo que le impide cambiar de compañía o incluso moverse a otros países para desempeñar su profesión. Este sistema lo permitirá», aclaró.

Ese reconocimiento de las competencias se aprobó en el Boletín Oficial del Estado el 25 de agosto. Las comunidades autónomas cuentan con un año de plazo para realizar los preparativos y comenzar a realizar las evaluaciones a los demandantes de esas acreditaciones. Anunció que las primeras convocatorias se harán en Educación Infantil y en aquellos ciclos relacionados con la Ley de Dependencia y las energías renovables. Iglesias Jiménez añadió que este sistema puede conllevar «cambios en la organización de los propios centros» y lanzó un mensaje al profesorado: «La acreditación de competencias profesionales no es una amenaza para los profesores».

La Formación Profesional también cuenta con su plan Bolonia, en su caso plan Copenhague. El objetivo: la cooperación y el trabajo coordinado entre los países de la Unión.