T. CEMBRANOS / E. CAMPO

Cuando hace tres años el entonces estudiante de Arquitectura Carlos Rodríguez Marqués ideó un proyecto para solucionar el problema de la barrera ferroviaria en la ciudad, desviando las vías del tren de forma paralela a la variante de Avilés, no pensaba que, pasado ese tiempo, el Ministerio de Fomento fuera a elegir una alternativa «calcada» para la ronda férrea. «Me niego a creer que te pueda plagiar un proyecto como éste una administración pública», aseguró ayer Rodríguez Marqués, que asistió perplejo a las explicaciones del secretario de Estado de Infraestructuras, Víctor Morlán.

El arquitecto castrillonense presentó su plan en 2006 a todos los grupos municipales tanto de Avilés como de Castrillón, a los sindicatos y a varias empresas de ingeniería. No hubo respuesta. En verano de 2009 se enteró, leyendo el periódico, que la propuesta por la que se decantaba Fomento, estudio mediante, era esa que con su firma no había interesado a nadie. Ahora confía en que algún responsable de la administración central o regional le llame para participar en el proyecto. «Solo espero que tengan un mínimo de decencia y me llamen para colaborar, más teniendo en cuenta que estoy empezando la etapa profesional», indicó.

El plan de Rodríguez Marqués también incluía el adelanto de la estación al antiguo matadero y el ramal de acceso al Puerto por terrenos de Castrillón, además de un apeadero en Gaxín y la posibilidad de poner en marcha el tren-tram, una vez se eliminara la barrera ferroviaria en el centro de Avilés. También daba ideas para el siguiente paso: conectar el tren con el Aeropuerto de Asturias.

«Cuando Fomento le encargó a la ingeniería que realizara un estudio para solucionar la barrera ferroviaria le dijo que analizara varias alternativas, como el soterramiento, la losa y las vías por la margen derecha. Sacar el trazado ferroviario por la variante de Avilés no era una propuesta que se tuviera en mente. Ahora, sin embargo, me encuentro con que el proyecto es exactamente igual que el que yo presenté», explicó.

Durante todo estos años no ha recibido ni una sola llamada de ningún responsable de la administración para consultarle sobre el plan de las vías. «La única que se interesó por el proyecto recientemente fue la diputada socialista Mariví Monteserín, pero sin que tuviera efecto alguno. Al principio, cuando presenté el proyecto en el Ayuntamiento, el único que habló conmigo fue el concejal de Urbanismo, José Alfredo Iñarrea, pero nada», añadió el arquitecto.

Rodríguez Marqués realizó el proyecto cuando era estudiante de Erasmus en la Universidad de Oporto. Desde la ciudad portuguesa seguía la actualidad avilesina a través de la edición digital de LA NUEVA ESPAÑA y se interesó por el debate sobre las vías. La solución de la losa, entonces sobre la mesa, le parecía «una barbaridad» y eso le sirvió de acicate para buscar otra alternativa, junto a la afirmación del ex Alcalde, Santiago Rodríguez Vega, de que cualquier propuesta sería bienvenida.

El joven arquitecto, que actualmente tiene un estudio en La Curtidora -AR8 Arquitectura+Urbanismo-, está convencido de que su participación en la elaboración del plan definitivo sería mucho más completa que la de otros de fuera de la región. «Seguro que aportaba más que Brad Pitt», bromeó.

«A los políticos se les llena la boca diciendo que aquí hay trabajo y oportunidades y que no entienden por qué los jóvenes se van fuera y resulta que el estudio para aportar soluciones a la vías lo hace una ingeniería madrileña. Le han pagado 900.000 euros para dar la misma alternativa que ya propuse yo hace tres años», concluyó el joven arquitecto.

«A los políticos se les llena la boca diciendo que aquí hay trabajo y que no entienden por qué los jóvenes se van y resulta que contratan el estudio a una ingeniería madrileña»