Saúl FERNÁNDEZ

El nuevo órgano de la iglesia de Santo Tomás de Sabugo dará sus primeras notas pasada la próxima Semana Santa. Federico Acitores, el maestro organero encargado de su diseño y construcción, explicó ayer a LA NUEVA ESPAÑA que la Pascua «será el momento de estrenar el instrumento, aunque lo importante en una obra de este tipo no es qué día se estrena, sino el hecho de que "se haga" porque unos ciudadanos de Avilés han sentido su necesidad».

La confección del instrumento, según indicó Acitores, «está muy avanzada, hemos terminado todos los tubos, el trabajo más laborioso». El maestro organero explicó además que en su taller, en el pueblo de Torquemada, en Palencia, se han confeccionado «a mano» cada uno de los tres mil tubos con que contará el instrumento que se colocará en el coro de la iglesia nueva de Sabugo. «Ahora lo que estamos haciendo es montarlo todo en el taller. Tenemos que armonizarlo y, cuando esté todo listo, lo desmontaremos y, pieza a pieza, lo trasladaremos al templo», comentó Acitores. Los trabajadores del taller de Torquemada emplearán dos meses en la colocación del órgano en Avilés. «Lo difícil no es colocar cada tubo, lo difícil es pensar el modo en que tienen que ir», comentó el organero.

El levantamiento del órgano obligará a hacer obras en el coro de la iglesia. Ángel Fernández, párroco de Sabugo, señaló que éstas comenzarán la próxima semana y consistirán en el ensanchamiento del coro para permitir, de este modo, conciertos para órgano y polifonía. Durante cerca de un mes se cambiará el suelo del coro del centenario templo. «El órgano no puede estar de cualquier manera», comentó el sacerdote.

La construcción del órgano comenzó hace tres años. La iniciativa vino del Conservatorio de Avilés y de un pequeño grupo de empresarios avilesinos. El Club Rotario local tomó como propio el proyecto y constituyó la Fundación Avilés Conquista Musical con el fin de captar y gestionar el dinero que debía pagar el órgano, una iniciativa popular desde el primer día. Federico Acitores, el maestro organero, explicó que un órgano de esta categoría «es una pieza patrimonial importante para una ciudad europea como Avilés, con gran nivel cultural, con Conservatorio, con un Festival de Música de Semana Santa y con una población mediana», apuntó. A juicio de Acitores, el instrumento que tendrá Avilés «es de tamaño mediano si lo comparamos con los órganos de Alemania, pero es grande si hablamos de España. El de Sabugo será similar al órgano que construimos para la basílica de Covadonga», añadió.

La aventura más larga de Avilés -al menos, en los últimos años- ha sido la de pagar el instrumento. José Vega, director de la Obra Social y Cultural de Cajastur, le dio finiquito la pasada semana, en la ceremonia de homenaje a los catorce empresarios que donaron 51.000 euros para la compra del fuero gemelo. Vega anunció entonces que la Fundación Cristina Masaveu iba a hacer posible la construcción del órgano de Sabugo. La manera en que lo va a hacer posible es ingresando en la cuenta los 150.000 euros que faltaban para pagar la factura. El presupuesto del instrumento musical es de 485.000 euros. El Ayuntamiento, Cajastur y el Principado han invertido 60.000 euros respectivamente. El resto, hasta 333.000, son donaciones privadas que se han ido sumando en una cuenta de ahorro.