Santa María del Mar,

Inés MONTES

Tres años después del cierre y del desalojo del camping municipal Las Lunas de Naveces, en la parcela municipal de más de 6.000 metros cuadrados de superficie, crece la hierba tras la alambrada de cierre de la finca. El gobierno municipal de Castrillón (IU-PSOE) incluyó en el documento de proyectos a desarrollar en este mandato 2007-2011 la construcción de un parque playa en los terrenos que ocupó el camping, pero el suelo está afectado por el POLA (plan de ordenación del litoral asturiano), lo que obliga al municipio a pactar su uso con el Principado.

El gobierno municipal quiere destinar al uso público los terrenos que antaño ocupaban las tiendas de campaña y las caravanas y concentrar los aprovechamientos residenciales y terciarios en los bordes de la parcela. En el POLA se prevé que la actuación urbanística sea cofinanciada por varios organismos públicos, dado el coste económico que supondrá la recuperación de esa zona del concejo. La crisis económica y, sobre todo, en el sector de la construcción está retrasando un proyecto que IU y PSOE confiaban en poner en marcha antes de las próximas elecciones municipales de mayo de 2011.

La alcaldesa, Ángela Vallina, manifestó recientemente que a corto plazo no hay ninguna actuación prevista en el antiguo camping. La decisión de desmantelar el camping se tomó durante el anterior gobierno municipal del PP, que proyectaba construir un área recreativa en el solar que se encuentra muy cerca de la playa de La Llada (Santa María del Mar), una de las que cuentan con mayor afluencia de visitantes durante la temporada veraniega.

El camping municipal se abrió durante el mandato de la primera Corporación democrática (1979-1983), siendo alcalde el socialista Rogelio Alonso. El terreno que ocupó el primer campamento turístico municipal se amplió a los pocos años de su inauguración. La gestión que comenzó el propio Ayuntamiento pasó a los pocos años a la empresa Ceset, que dirigió la instalación durante casi una década. La reversión de la gestión al municipio provocó pérdidas económicas a las arcas municipales, lo que llevó al entonces gobierno local del PP a volver a conceder la gestión a una empresa privada.

El cierre definitivo de la instalación fue muy contestado por los usuarios, que realizaron varias movilizaciones e, incluso, reclamaron ante los jueces. El Ayuntamiento alegó entonces que el servicio municipal del camping no era de obligado cumplimiento ni beneficiaba al interés público, por lo que podía ser suprimido. Los tribunales dieron la razón al Ayuntamiento y el camping se desalojó en agosto de 2006. Posteriormente, se limpió la parcela en la que había quedado gran cantidad de basura y se cerraron las puertas, hasta ahora.