Myriam MANCISIDOR

«Me defendí con las manos, los puños y las piernas en defensa propia, pero no utilicé la fesoria y dejé el lugar en cuanto pude», aseguró ayer a través de su abogado A. T. S., un vecino de Santa Cruz de Llanera que el próximo 22 de febrero se sentará en el banquillo de los acusados en la Sección Segunda de la Audiencia Provincial, en Oviedo. A. T. S. se enfrenta a 13 años de cárcel a petición del ministerio fiscal por dejar en silla de ruedas a J. L. N. A. de un fesoriazo y lesionar a A. H. S. R. en el transcurso de una discusión por una toma de agua que se produjo en Llavanao, en Illas. Los letrados de ambas víctimas solicitan, a su vez, catorce y diez años cada uno de prisión para A. T. S., más indemnizaciones que suman, en total, 686.521 euros.

La versión del imputado difiere de la del ministerio fiscal y la de los abogados de J. L. N. A. y A. H. S. R. «Iba a una finca que tenía alquilada, el problema por el manantial venía de muy atrás y salieron a mi paso dos hombres con la intención de agredirme; todo lo que pasó fue en defensa propia». De ahí que el abogado de A. T. S., Rubén Fernández Pérez, solicite para su cliente la pena de seis meses de prisión por las lesiones, con las eximentes de que actuó en legítima defensa y confesó los hechos a las fuerzas del orden. Los letrados de J. L. N. A. y A. H. S. R., representados por Ignacio Botas y Luis Antonio Olay, respectivamente, consideran por su parte, en sus escritos de conclusiones provisionales, que A. T. S. cometió un delito intentado de homicidio con la agravante de alevosía y que omitió el deber de socorro al dejar a ambas víctimas en la finca.

Los hechos sucedieron el 8 de marzo de 2007 en un camino de Llavanao, en el concejo de Illas. Según las conclusiones de los abogados de la acusación particular, en este lugar se encontraron los tres hombres y surgió una disputa dialéctica entre A. T. S. y J. L. N. A. por un problema con la toma del agua. «El acusado dijo literalmente: yo voy a la cárcel pero a ti y a tu amigo os mato. Sin previo aviso ni posibilidad de defensa propinó inopinadamente (sin pensarlo) un fuerte golpe con una fesoria en la cabeza a J. L. N. A., dejándolo inconsciente, y posteriormente otro fuerte golpe con el mismo objeto a A. H. S. R.». Y continúa el relato: «Después de las agresiones y sin preocuparse del estado de los agredidos, el acusado se marchó dejándolos en el suelo sangrando y sin saber si necesitaban ayuda o estaban ya muertos».

J. L. N. A. sufrió, siempre según el escrito de calificaciones provisionales, como consecuencia de la agresión un traumatismo craneal y permaneció 18 días en coma, 27 en la uvi y 85 más hospitalizado en el Hospital Central. «A día de hoy sigue a tratamiento rehabilitador, sufre como secuelas de incontinencia urinaria, precisa silla de ruedas para sus desplazamientos y ayuda de terceras personas para sus actividades diarias. A día de hoy está en un proceso senil de alzheimer derivado de la agresión», añade el escrito. A. H. S. R. pasó por una operación de la columna vertebral y sufre depresión postraumática y una limitación, aunque leve, de movilidad cervical por artrodesis, cervicalgia residual moderada y una cicatriz de unos siete centímetros. El juicio se celebrará el lunes, día 22.