El Colegio de la Vallina de Luanco se convirtió el viernes pasado en un gran y particular aparcamiento. Muchos de los alumnos del centro celebraron el Carnaval más verde disfrazados de coches ecológicos. «Tenemos que hacer un plan contra la contaminación, para que estos niños disfruten mogollón», leyó el pregonero de la fiesta de Carnaval del colegio luanquín.