Se despide el Antroxu avilesino con cierta polémica por la sucesión en los Reyes del Goxu, con cierto regusto amargo por parte de los hosteleros, con mucho frío a las espaldas, con ganas de fiesta pese a todo y con sana irreverencia aportada por la peña de los «Haique». Sí que «hay que...». Hay que arremangarse de una vez por todas y recobrar el impulso que tenía el Antroxu avilesino. Hay que implicar a más personas, más entidades, pedir que la imaginación desborde en los meses previos al Carnaval y que se convierta en una cita obligada en Asturias. Hay que desbancar el Carnaval gijonés con más inversión y más unidad de los hosteleros, que tampoco es plan de pedir que todo nos venga dado. Hay que escuchar a todas las voces y no tratar de imponer desde el poder criterios para la fiesta. Pero sobre todo hay que trabajar unidos. Este año se han visto novedades interesantes, como esa pista de esquí en Rivero. La clave está en darle más vueltas al coco y dejarse de tanta máscara el resto del año.