S. F.

El Antroxu cada vez dura menos. O eso, al menos, es lo que piensan los hosteleros consultados por este periódico. Un análisis rápido de las recaudaciones de sus respectivas cajas les lleva a concluir que la del sábado es la noche festiva por antonomasia. Añaden, además, que lo que se obtiene ese día compensa lo que se saca el resto de las jornadas carnavaleras. Y, algunos, además, son partidarios de que el Martes de Carnaval vuelva a ser festivo.

El Jueves de Comadres o se celebra en casa o ya no se celebra, piensan los dueños de los bares. «Nosotros no estuvimos mal, pero porque teníamos una programación prevista», comentó Alberto Cora, de La Caverna de la Bestia, en Rivero. Gonzalo García, del Trasgu, sin embargo, notó un descenso notable en la primera jornada festiva: «Hubo pocos disfraces, poca participación y los vieyos ya estamos muy vieyos para seguir encabezando los festejos», comentó el veterano hostelero. Así que el Antroxu comenzó ya de capa caída. «No sé si por la crisis o por el frío, porque llover no llovió», comentó Marcos Álvarez, del Café Cantante.

Jorge Menéndez, del Don Floro, fue claro a la hora de analizar los números obtenidos en la noche del viernes: «Fue otro viernes más», aseguró. Miguel Vilabrille, del Summum, se manifestó en el mismo sentido. El Carnaval vespertino vivió entonces cierto esplendor, pero por la noche «fue semejante a lo que pasó el año pasado», señaló Vilabrille. Y lo que dice que pasó es que se obtuvo una recaudación «más bien discreta».

«El sábado es la noche ideal para el Antroxu, y lo sigue siendo desde hace años», apuntó Álvarez, el del Cantante. «Nada que ver con un sábado normal», añadió. «Lo raro era ver a gente sin disfrazar: vendimos cervezas, pero también muchas copas; estuvo muy bien», subrayó Menéndez, del Floro. Alberto Cora, de La Caverna, lo que vivió, sin embargo, poco tiene que ver con un fin de semana de disfraces: «Los hubo, no voy a decir que no, pero fueron bastante pocos», confirmó.

La noche avilesina cada vez se compartimenta más. «Yo creo que todo ya no se hace en Sabugo, la misma gente repartida por más zonas parece menos gente», comentó Alberto Cora.

La noche del Lunes de Carnaval, sin fiesta el martes, es una noche perdida o eso es lo que piensan los dueños de los bares de copas. «Vivimos el sueño del campeonato de esquí en Rivero y eso modificó las expectativas», comentó Cora, pero fue el único. Jorge Menéndez: «El lunes es una noche muy floja, nadie sale».

Los Carnavales de Avilés nacieron con la democracia y al son de la música que salía de los bares. Los primeros promotores de las celebraciones más tradicionales, de hecho, fueron los hosteleros. «Ya vamos quedando pocos, tienen que venir los jóvenes que tomen el relevo, que sean ellos los que tiren por la fiesta, que la fiesta es para vivirla plenamente», recordó Gonzalo García. ¿Martes de Carnaval festivo? Algunos hosteleros apuntan que el camino es ese, que aunque la ley impida convocar más de dos jornadas festivas locales al año hay fórmulas para dar aliento a celebraciones como el Carnaval. Una de las que lanzan al aire es la posibilidad de celebrar San Agustín el último fin de semana de agosto (este año, de hecho, cae en sábado). El planteamiento es claro: las fiestas populares, por ser eso, por ser populares, son las más atractivas.

«Hubo pocos disfraces y poca participación, y los vieyos ya tamos muy vieyos»

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Trasgu

«El sábado fue la noche ideal del Antroxu, lo es desde siempre, desde hace años»

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Café Cantante

«En el fin de semana lo raro era ver a gente sin disfrazar; vendimos cervezas, pero también copas»

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Don Floro