Francisco L. JIMÉNEZ

La Autoridad Portuaria de Avilés sale indemne del recorte presupuestario que prepara el Ministerio de Fomento y que, según anunció el Gobierno, afectará a diversas obras de infraestructura en toda España. Esto es así porque el Estado, pese al contexto de crisis que amenaza otros proyectos, está de acuerdo con la continuación de las obras de ampliación del puerto de Avilés, cuya primera fase finalizará en cuestión de semanas. El respaldo ministerial a la obra se hizo patente ayer en el transcurso de un consejo de administración de la Autoridad Portuaria donde el presidente, Manuel Docampo, dio cuenta del inicio inmediato de los trámites para adjudicar la segunda fase de las obras de ampliación, para las que existe una asignación presupuestaria de 40,6 millones de euros. «Es, sin duda, una gran noticia para Avilés», recalcó Docampo, que en las últimas semanas nunca expresó temor porque se interrumpiesen los trabajos de ampliación.

El pliego de condiciones de la obra establece un plazo de ejecución de 24 meses; ese es el tiempo máximo en el que la empresa que se adjudique el contrato debe construir un frente de muelle de 495,5 metros de longitud y una explanada de más de cien mil metros cuadrados, además de resolver las comunicaciones ferroviarias y ampliar el calado de la ría en la zona afectada por la obra hasta los 14 metros, los mismos que tendrá el tramo de muelle correspondiente a la primera fase de la ampliación.

El procedimiento administrativo ordinario obliga ahora a dar publicidad al concurso de adjudicación en el boletín oficial de la Unión Europea y marca un plazo de 52 días para que las empresas interesadas en hacerse con el contrato presenten sus ofertas. Si no surgen contratiempos, durante el mes de mayo se abrirían las plicas y en junio podrían comenzar los trabajos, según la agenda que manejan los responsables portuarios. De ese modo, tal y como el Puerto anunció en su momento, se produciría un solapamiento de los trabajos de la primera fase de la ampliación con los de la segunda.

Manuel Docampo salió ayer al paso de quienes cuestionan la necesidad de esta segunda fase de la ampliación: «La primera fase no tiene sentido sin la segunda, que es la que sirve para prolongar aguas abajo los muelles de la dársena de San Agustín hasta formar un continuo de más de 1,5 kilómetros de zona comercial», manifestó el presidente. Aún hay una tercera fase en el proyecto (coincidente con los actuales muelles de Alcoa), pero su ejecución carece de confirmación.

Docampo reiteró ayer la conveniencia de aprovechar la coyuntura para ampliar de 150 a 300 metros el fondo medio de los nuevos muelles de la margen derecha. Tal y como ya adelantó este diario, el presidente es partidario de construir unas explanadas lo más amplias posibles a las que llegue el ferrocarril y de reformar el trazado de la carretera al Faro (la infraestructura que vertebra las comunciaciones de la margen derecha de la ría).