E. CAMPO

El PP se resiste a cerrar su guerra contra la gestión del área de urbanismo del Ayuntamiento de Avilés. El portavoz de los populares, Constantino Álvarez, afirmó ayer que el partido decidirá qué acciones tomar a la luz de los informes que va a solicitar del desarrollo urbanístico, sus asesores lo consideran oportuno. «Es un tema de suficiente relevancia como para que el debate siga abierto y el equipo de gobierno tome decisiones, bien sea agilizar los plazos con los promotores, bien ejecutar avales», indicó Álvarez.

La semana pasada, el PP intentó que el Pleno reprobara al concejal de Urbanismo, José Alfredo Iñarrea, pero se encontró sin apoyos. Ahora el portavoz insiste en que no se puede entender como una reprobación personal hacia Iñarrea, sino que fue únicamente un intento de reprobación política. «Lo que quedó claro es quién defiende el interés general: el PP, que es quien exige que se cumplan los compromisos, y no el gobierno local y sus satélites, que amparan al concejal y justifican que los promotores vulneren la ley».

Álvarez insistió en que el PP no quiere ser cómplice de la «parálisis urbanística» y que, por esa razón, solicita al Ayuntamiento un informe técnico del grado de ejecución y desarrollo de cada convenio, así como de las áreas de Retumés y Gaxín. «¿A quién le imputamos los retrasos en el desarrollo y el incumplimiento de los plazos? ¿A los promotores, por la crisis, o al equipo de gobierno, desbordado por la cantidad de trabajo que generan esos convenios?», preguntó. La respuesta a esa cuestión propia de Poncio Pilato quedará clara, dijo, a la luz del informe, que pondrá en manos de sus asesores jurídicos.

El mensaje de los populares es el siguiente: que el supuesto estancamiento urbanístico que denuncian afecta no sólo a los promotores y al Ayuntamiento, sino a la actividad económica en su conjunto, y a la creación de empleo. «Hay proyectos empresariales esperando; ¿Cuántos empleos hemos perdido por retrasar las actuaciones o no exigir que se cumplan los plazos?» Entre los ejemplos que puso de proyectos frustrados, señaló los del hotel Hilton y superficies comerciales asociados al plan parcial de La Lleda. «En estos momentos Iñarrea es una rémora para el desarrollo urbanístico de Avilés, muchos proyectos se han ido al traste y se han perdido muchos puestos de trabajo», insistió Álvarez. El PP quiere, para el cargo de concejal de Urbanismo, a alguien con «un perfil menos técnico y más político, que pegue de vez en cuando un puñetazo encima de la mesa». El portavoz de los populares considera que, con este método, se hubieran defendido mejor los intereses de la ciudad, y no se hubieran perdido empresas por falta de suelo. «Pasa el tiempo y en Retumés sólo crece la hierba», añadió.

En su recapitulación del panorama urbanístico, pidió una vez más que se ejecuten los avales para garantizar las infraestructuras y equipamientos comprometidos en los convenios. E incidió en que sus críticas no se producen al año de la aprobación del Plan General de Ordenación Urbana, que podría justificar el escaso avance de las operaciones, sino que hace ya casi cuatro años de que se finalizara este trámite. «Los proyectos no pueden eternizarse por los servicios técnicos. Y si es que no se quiere perjudicar a la empresa, ¿entonces por qué firmaron esos convenios?», planteó el portavoz.

Esta última pregunta se debe a la advertencia, realizada por varios miembros del gobierno durante el último Pleno, de que una ejecución de los avales podría suponer serios problemas para las empresas, con despido de trabajadores incluido.