Myriam MANCISIDOR

El sol es positivo cuando se toma en dosis adecuadas pero, en exceso, puede ocasionar importantes daños en el ser humano. El dermatólogo Daniel de la Mano Orejón aseguró ayer que el cáncer de piel «es el más frecuente» de todos los que se tratan sumando carcinomas y melanomas. Sólo en el área sanitaria avilesina afecta a unas dieciséis personas al año. «La prevalencia es baja respecto al Norte de Europa pero hay que incidir igualmente en la protección», destacó el especialista. Recomendó el uso de protectores solares adecuados a cada tipo de piel (fototipos) todos los días del año, incluso los nublados, y en dosis abundantes. También aconsejó utilizar gafas de sol que absorban las radiaciones ultravioleta y ropa adecuada para proteger el cuerpo así como evitar las exposiciones al sol entre el mediodía y las cuatro de la tarde.

En el diagnóstico de los cánceres de piel influyen, según Orejón, factores genéticos y son más propensas a sufrir esta enfermedad las personas con fototipos I o II: albinas o rubias con piel y ojos claros que tienen dificultades para broncearse. «Los carcinomas son curables con pequeña cirugía pero los melanomas requieren cirugía agresiva, quimioterapia, injertos...», sentenció.

Los carcinomas, explicó, afectan principalmente a hombres adultos mientras que los melanomas dañan más a mujeres jóvenes. El dermatólogo del San Agustín que cerró el ciclo de charlas «Avilés, ciudad saludable» aconsejó a su vez «controlar cualquier lunar o cicatriz que crece sin motivo aparente» y evitar el uso de los rayos ultravioleta para prevenir riesgos.