E. CAMPO

Primero fueron los «Vientos de acero» de Anabel Barrio y el «Desequilibrio Siderúrgico» de Mogo, que ocuparon su posición a primera hora de la tarde. Poco después fue el turno de «La mano de Eva», de Truyés, y de «Vulcano y Prometeo», de Ramón Rodríguez. Las cuatro primeras piezas de la ruta del acero ya pueden verse en el paseo de la ría, gracias al trabajo de un buen número de voluntarios, trabajadores de Arcelor en su mayoría y capitaneados por Cirilo Capa, así como de los operarios de Construcciones Francisco, que pusieron las zapatas, y los artistas.

Los trabajos obligaron a cortar, parcialmente, el paseo fluvial en uno de sus márgenes, para garantizar la seguridad. La expectación era alta entre los usuarios de la senda, ante la presencia de dos grúas y de varios vehículos en el entorno del puente de Aprendices. Por ese estrecho puente tuvieron que pasar las góndolas cargadas con las piezas, que luego fueron depositadas sobre las bases gracias a los brazos articulados de las grúas.

La instalación de estas obras, realizadas con material de desecho de Arcelor, obligó a cambiar de lugar una de las piezas de Ensidesa que se exponen en el paseo. Los trabajos continuarán hoy, con el hormigonado de las bases de las cuatro piezas instaladas.

Las tres obras restantes, «Alegoría de la siderurgia»-, de Fidel Pena; «Transición», de Taboada; y «Diversidad», de Marbán, se transportarán el lunes por la tarde, repitiendo la misma operación de hoy.