Félix VALLINA

La «ruta del acero» ya luce en el paseo de la ría. El conjunto artístico que comenzó a instalarse el pasado jueves se completó ayer con la colocación de las tres obras que faltaban para finiquitar un proyecto escultórico elaborado por siete artistas locales a partir de materiales de desecho de Arcelor. «Transición», de Luis Taboada; «Alegoría de la siderurgia», de Fidel Pena y «Miscelánea», de Tomás Marbán se suman desde ayer a «Vientos de acero», de Anabel Barrio; «Desequilibrio», de Ricardo Mogo; «Mano de Eva», de José Manuel Truyés y «Vulcano y Prometeo», de Ramón Rodríguez, que ya lucen en el paseo desde la semana pasada.

Para dar por terminado el proyecto aún faltan algunos flecos, como ciertos remates de obra civil o la instalación de placas explicativas junto a cada una de las siete obras. Además, también está prevista la elaboración de un catálogo y la colocación de un panel general con los detalles de la ruta. La fecha de la inauguración oficial aún es una incógnita y será fijada una vez que se pongan de acuerdo la empresa y el Ayuntamiento.

Los artistas que han llevado a cabo las esculturas de la «ruta del acero» están estrechamente ligados a Arcelor. Cinco de ellos -Fidel Pena, Tomás Marbán, Luis Taboada, José Manuel Truyés y Ricardo Mogo- son o han sido trabajadores de la multinacional siderúrgica y los otros dos -Anabel Barrio y Ramón Rodríguez- también tienen relaciones familiares con personal de la fábrica.

Los trabajos de instalación de las últimas tres esculturas de la «ruta del acero», que se llevaron a cabo a partir de las dos de la tarde, obligaron a cortar parcialmente el paseo fluvial en una de sus márgenes para garantizar la seguridad de los usuarios de la senda. Las góndolas con las esculturas salieron de Arcelor y atravesaron el estrecho puente de Aprendices para acabar en el paseo de la ría ante la expectación de los presentes.

El autor, Luis Taboada, ha tratado de representar en la obra una abstracción del proceso siderúrgico en la encrucijada actual, un antes y un después en la fabricación del acero que se convierta en aportación a la memoria de un pueblo marcado por más de medio siglo de actividad fabril. La pieza está construida sobre una base de chapa en la que Taboada ha colocado diferentes piezas planas que conforman un mosaico de colores cálidos. Las ruedas, con distintas formas y tamaños, tratan de sugerir la maquinaria utilizada en los procesos del acero.