Saúl FERNÁNDEZ

Avilés será por vez primera escala y no punto de salida o llegada del buque «Creoula», el navío de la Marina portuguesa que desde hace cuatro años acoge cada verano el proyecto educativo de la Universidad Itinerante de la Mar (UIM). El antiguo bacaladero luso -de cuatro palos- acostumbraba a partir de la ría local en el inicio de alguno de los cursos. En esta ocasión sólo será una etapa más de la aventura educativa de la UIM, concretamente, del primer trayecto, el que se inicia el lunes 12 de julio en Lisboa: el barco tiene prevista su llegada a la villa el domingo 18 de julio, para reemprender la travesía el día siguiente.

El profesor de la Universidad de Oviedo Fermín Rodríguez, que dirige el CeCodet y la propia UIM, explicó que el «Creoula» volverá a acoger sobre su cubierta dos cursos de verano. El primero, del 12 al 23 de julio, y el segundo, del 23 del mismo mes al 6 de agosto. El proyecto educativo que encabeza es fruto de la colaboración entre las universidades de Oviedo y de Oporto (Portugal) y pretende llevar al mar las enseñanzas que durante el invierno se imparten en las aulas cerradas.

El buque escuela -el único del mundo que siendo militar admite civiles a bordo- estuvo un año en dique seco con el fin de incorporar algunas comodidades (por ejemplo, aire acondicionado). Esta circunstancia impidió que durante la pasada campaña, la del verano de 2009, la UIM pudiera contar con su navío enseña. Esto ya se ha solventado y el histórico velero -construido para trabajar entre los hielos árticos, donde habita el bacalao del que se alimentó durante años la costa norte portuguesa- estará de nuevo disponible para los 102 viajeros-alumnos que recorrerán de arriba a abajo la costa atlántica de la península ibérica: de Lisboa a Avilés y Oporto y de Oporto a Ceuta y Lisboa. El «Creoula» tiene su base en la Escuela Naval de Lisboa.

«El lema de este año es "Las ciudades de la puerta atlántica de Europa". La UIM tiene su sede en Avilés, una ciudad de vocación atlántica más que evidente a lo largo de su historia. Cambiarán muchas cosas, pero el puerto de Avilés no cambiará: continuará con la vista puesta en este mar que nos ha dado la vida», apuntó el director español del proyecto educativo.

El concejal de Cultura, Román Antonio Álvarez, explicó en su intervención la importancia que, a su juicio, tiene la Universidad Itinerante de la Mar: «Los aprendizajes que se ofrecen en la cubierta del barco son transversales y, además, se enseña algo que no siempre se puede aprender en tierra: a convivir en un sitio tan cerrado como es un navío y que de tu trabajo depende el bienestar de los que te acompañan. Si te escaqueas, la organización se viene abajo», señaló.

Desde el 19 de abril y hasta el 28 de mayo está abierto el plazo de preinscripción a los cursos. La matrícula es de 480 euros.

Arsenio Fernández, «Tito», recibió ayer, de manos del profesor Fermín Rodríguez la metopa que certifica su nombramiento como «Nostromo de la Universidad Itinerante de la Mar». Rodríguez, director de la UIM y del CeCodet, destacó el trabajo llevado a cabo por el conocido hostelero avilesino, la labor de colección y recuperación de instrumentos de navegación «que, de otra manera, hubieran terminado destruidos». «Tito» mostró su satisfacción por el premio: «Soy coleccionista y que te premien por ello es un verdadero honor», señaló. En la imagen, Fermín Rodríguez, Arsenio Fernández, Indalecio Artime, Miguel Villalobos, Carlos Guardado y Ramón Pérez.