E. CAMPO

Aida Albuerne, Cristina Arango e Ignacio de la Campa sólo se diferencian de muchos de los jóvenes de su generación en un detalle: la intensidad con que aprovechan sus días para estudiar, para implicarse en la sociedad y para sentar las bases de su futuro. Se da la paradoja temporal de que los tres ya han sido «Protagonistas del mañana», galardón con el que el Rotary Club de Avilés premia a jóvenes cuyo currículo es especialmente llamativo. Y es que los tres comparten, además de expedientes de notas impecables, una amplitud de miras que desborda lo meramente académico.

Cristina Arango recibió esta distinción en el año 2007, cuando todavía cursaba sus estudios de Secundaria en el Carreño Miranda. Esta avilesina, enfermera en ciernes, concluyó también el grado medio de viola en el Conservatorio de Avilés y realizó varios cursos de francés en la Escuela de Idiomas. «Y siempre me presenté a concursos, premios literarios, de pintura...», explica la joven. Fue su profesora de Francés en el instituto la que decidió que era una candidata digna del «Protagonistas del mañana». Y Cristina Arango agradece que se hubiera fijado en ella. Lo que todavía no sabe es lo que le deparará ese mañana del que es una promesa. Después de titularse en Enfermería se plantea especializarse, y quizá cursar estudios en el extranjero.

La siguiente galardonada por los rotarios fue Aida Albuerne, de quien se tuvo en cuenta su faceta de voluntaria. Ella es la más joven de estos tres protagonistas del mañana: tiene 17 años y estudia 2º de Bachiller en el Instituto N.º 5, por la rama Científico-Técnica. Pero el colegio de toda su vida es el Luisa de Marillac de Miranda, donde sigue colaborando. Lo suyo es la danza: desde pequeña empezó con baile regional y ballet, y después se sumó también al baile español. Y ese talento lo viene regalando desde hace muchos años en los festivales que organiza su antiguo colegio para el asilo de ancianos. «Me sorprendió mucho recibir este premio», aseguró la avilesina, que estos días se prepara ya para los exámenes de la PAU. Su opción universitaria aún está en el aire.

El que ya está encaminado en sus estudios superiores es el galardonado del último año, Ignacio de la Campa, que después de graduarse en el Carreño Miranda comenzó a estudiar Telecomunicaciones en Gijón. Que el primer curso lo sacara «limpio» es muestra de que continúa con una trayectoria brillante que ya le fue reconocida con un premio extraordinario de ESO. Pero además también saca tiempo para el baloncesto (fue seleccionado cuatro veces con el combinado regional para jugar los campeonatos de España) y este año concluirá sus estudios de inglés en la Escuela de Idiomas. Ahora se plantea comenzar francés o alemán, pensando que podría hacer un curso Erasmus en Alemania.

De la Campa y Arango serán de los últimos universitarios asturianos en titularse sin el plan «Bolonia», que a Albuerne ya le afectará. «La gente tiene mucho miedo a Bolonia; nadie te sabe decir cómo van a ser las convalidaciones», indica Ignacio de la Campa. Y Cristina Arango también coincide en esa incertidumbre. No obstante, consideran que puede traer también beneficios, como la consideración de un espacio común europeo. «Pero es que muchos profesores nos dicen que será como una continuación del instituto: te obligan a ir a clase y la evaluación es continua», añade De la Campa. Y Arango sentencia: «Eso no permitirá que puedas ir a la Universidad si estás trabajando».

El Club Rotary de Avilés invitó a estos tres jóvenes a participar en un «camp», un campamento estival enfocado sobre algún tema en el que participan estudiantes de todo el mundo. De los tres, sólo Cristina Arango disfrutó ya de esta actividad. Ella fue a Alemania, donde coincidió con jóvenes de India, Israel, Rumanía, Moldavia... «Lo que más valoras es conocer gente de estos países, te acerca mucho a sus culturas».

El inglés suele ser el idioma franco, en el que esta avilesina se desenvolvió durante su estancia en la Cuenca del Ruhr. Aida Albuerne ya eligió su destino: ella irá a un «camp» en Rumanía, vinculado con la paleontología. El más rezagado es Ignacio de la Campa, que esperará a tener un momento más desahogado de sus estudios para disfrutar del premio. Los rotarios esperan ahora candidaturas para elegir al próximo «Protagonista del mañana», que continúe con esta trayectoria de éxitos y de promesas.