Myriam MANCISIDOR

«Es cierto que no se comprometió oficialmente una ayuda extra, pero confié en la palabra de la Alcaldesa», sentenció ayer el presidente de Cáritas de Avilés, Joaquín García, dolido porque «nadie del gobierno local» se pusiera en contacto con la ONG de la Iglesia para comunicar que del reparto del remanente líquido de tesorería de 2009 «no quedaron fondos para Cáritas». García se reunió en enero con la alcaldesa, Pilar Varela, y la edil de Servicios Sociales, Purificación García Villadonga, para demandar una paga extraordinaria similar, aseguró, a la que concedieron los ayuntamientos de Oviedo y Gijón a sendas Cáritas para atender a los más necesitados.

«Entonces me propusieron esperar a marzo, cuando conocerían el remanente de tesorería, y me aconsejaron destinar el dinero a la Casa Luz Rodríguez Casanova de Valliniello. Dijeron también que creían que no iban a tener problemas con el resto de grupos políticos», subrayó García. El presidente de la ONG de la Iglesia añadió, además: «Ante estas palabras no se me ocurrió ni por asomo pedirles un papel firmado y tampoco se habló de ninguna cantidad, pero si estoy molesto es porque ni siquiera me enviaron un mensaje diciéndome que no hay una ayuda extraordinaria para Cáritas».

García destacó que la ONG de la Iglesia recibe actualmente ayudas de personas altruistas y empresas, además de las subvenciones municipales que se destinan íntegramente, recalcó, al albergue de transeúntes, a la Casa Luz Rodríguez Casanova y a los centros de infancia. Estas ayudas suman, en total, alrededor de 315.000 euros. «Y tenemos que demostrar hasta en qué se gasta el último céntimo», dijo. «Pero a Cáritas llegan muchas personas, algunas enviadas de Servicios Sociales, a las que hay que adelantarles un dinero para el alquiler de un piso que luego se nos reembolsa. Y los 55.000 euros invertidos por el Ayuntamiento para las necesidades básicas de los avilesinos están bien, pero que precisen cómo vive una familia que debe esperar seis meses por el salario social», dijo García, quien consideró, pese a todo, que actualmente «nadie puede decir que Cáritas le denegara una ayuda».

«Por eso en su día no se habló de una cantidad concreta con el Ayuntamiento. Nosotros necesitamos dinero, cuanto más mejor, estamos con el agua a la cintura, pero aún podemos caminar. No quiero entrar en polémicas, pero si he mostrado mi malestar es porque me cansé de esperar por una contestación de la Alcaldía a mi petición, una petición que llevaba el nombre de mucha gente», concluyó el presidente de Cáritas de Avilés.