Está claro que si quieres robar, mejor hazlo a lo grande. A la Pantoja, el fiscal le pide tres años y medio de cárcel por blanquear 1,8 millones de euros. Por poner un caso tomado al azar de las páginas del periódico, a un avilesino que sustrajo objetos de coches y causó daños que suman 25.000 euros le reclaman nueve años a la sombra. Ahí tienen al «solitario asturiano», que ha caído con todo el paquete por un atraco digno de Berlanga en el que sólo le faltó pedir el suelto a los clientes. Los políticos, que son expertos en mirar la ley con lupa, saben que si quieres ser corrupto vale más serlo sin miramientos, porque no merece la pena que te pillen por una pijada. La Pantoja, Muñoz y Zaldívar tenían una lavandería funcionando a toda máquina, con una trama digna de culebrón barato, con tonadillera y ex alcalde bigotudo. Pero no crean que el panorama da para muchas alegrías: mientras todo se tambalea, Zapatero y Rajoy son incapaces de llegar a un acuerdo. Salvo sobre los bancos. Sobre eso nunca hay dudas. Lo dicho, a lo grande.