La voz de Barbara, la cantante francesa, suena muy francesa: melancolía y contención. La segunda compañía del «American Ballet Theatre» se descubrió el viernes por la noche sobre las tablas del teatro Palacio Valdés: la garganta triste de la parisina marcó los primeros pasos de baile de la cantera de la legendaria compañía que fundó en los años treinta del pasado siglo George Ballanchine, una compañía a la que pertenecieron Mijail Baryshnikov o Alicia Alonso. Fue un espectáculo de delicia y de sorpresa: la danza francesa se combinó con piezas añejas como «Don Quijote» o «El Lago de los cisnes». Tutú y chaquetilla hortera incluida.

El programa exhibido en Avilésfue una suerte de examen general para bailarines que buscan el triunfo: clasicismo y modernidad. Jodie Gates creó en 2009 «A taste of sweet velvet» para la compañía americana: una verdadera joya, danza contemporánea con la banda sonora de Beethoven. Los aprendices de bailarines demostraron maestría sobre el escenario y los espectadores avilesinos les recompensaron con admiración. «Si estos son los de la segunda compañía, ¿cómo serán los de la primera?». Lo dicho: una tarde como una joya.