T. CEMBRANOS

La rapidez, la pericia y los conocimiento de primeros auxilios de dos agentes de la Policía Local de Avilés salvaron la vida a una mujer que el pasado sábado se atragantó con un trozo de carne cuando cenaba en una sidrería ubicada en el barrio del Quirinal. Ahora, la mujer, M. C. T. B., de 46 años, está ingresada en la UVI del Hospital San Agustín en estado muy grave y con pronóstico reservado, según informaron ayer fuentes sanitarias.

Los hechos sucedieron en torno a las once de la noche del sábado. Entonces, la Policía Local de Avilés recibió una llamada del Samu solicitando una asistencia urgente en un mesón de Avilés. El dueño del local también llamó posteriormente al cuerpo de seguridad ante la demora de la ambulancia -los sanitarios no encontraba el local, según precisó ayer un portavoz de la Policía Local- y el crítico estado de la clienta, que necesitaba de ayuda urgente. Al lugar se trasladaron un subinspector y dos agentes. Uno de ellos se quedó esperando a la ambulancia para guiarla hasta el establecimiento, mientras que sus compañeros entraron en el bar, donde encontraron a la mujer en uno de los comedores tendida de lado en el suelo.

La víctima tenía síntomas de ahogamiento, estaba inconsciente y entrando en un proceso cianótico ante la falta de oxígeno en la sangre y apenas tenía pulso, según expuso ayer el portavoz de la Policía Local. Inmediatamente el subinspector y el agente le comenzaron a practicar la maniobra de Heimlich, con el fin de desobstruirle el conducto respiratorio.

Cuando los agentes consiguieron que la mujer expulsara el trozo de comida, le practicaron maniobras de reanimación durante varios minutos, hasta que llegó la ambulancia, que se la llevó de urgencia al Hospital San Agustín después de que los sanitarios la estabilizaran.

Ahora la mujer, M. C. T. B. de 46 años, se está intentando recuperar en la Uvi de las lesiones ocasionadas por la falta de oxígeno en su cuerpo.