T. CEMBRANOS / I. MONTES

El hallazgo de un nuevo coche calcinado en Salinas ha hecho saltar todas las alarmas entre los vecinos. Y es que desde que comenzó el año, ya se ha registrado una veintena de vehículos quemados en la comarca avilesina y en el bajo Nalón. La Guardia Civil está investigando todos estos sucesos y las primeras hipótesis no descartan que pueda tratarse de uno o un grupo de pirómanos, como ya informó este periódico hace varias semanas.

Los autores de la quema de coches se están ensañando, sobre todo, con el concejo de Castrillón. Desde el pasado 26 de diciembre de 2009 se han contabilizado en esa zona siete actos vandálicos que se saldaron con una decena de vehículos completamente calcinados. El último hecho sucedió en la madrugada de ayer. Entonces, la Policía Local de Castrillón, la Guardia Civil y los Bomberos acudieron sobre la una de la madrugada a la calle Doctor Fleming para sofocar las llamas de un coche que estaba aparcado a la altura del número 8. Resultó ser un todoterreno, marca Mitsubishi y con matrícula 1413 DDR. La parte de adelante, donde está el motor, está totalmente calcinada. Se da la circunstancia de que los dos últimos coches que se incendiaron en Piedras Blancas (el 3 de mayo) también tenían los mismos daños, lo que hace sospechar que el fuego se inició en esa parte de los vehículos.

Todos los sucesos tienen, además, un hilo conductor: la mayoría de los coches que han aparecido quemados son de alta gama. Algunos vecinos de las zonas próximas a los siniestros recuerdan que esos mismos días vieron a grupos de jóvenes (todos hombres) grabando con los móviles los incendios.

La oleada de incendios en coches comenzó a ser más grave a partir de finales de diciembre. Entonces, se registró tanto el incendio en Salinas como otro en Las Vegas (Corvera), que afectó a un garaje subterráneo de la calle Primero de Mayo y en el que quedaron dos coches totalmente calcinados, un Ford Focus y un Jaguar, y otro, un Peugeot, afectado. Los «pirómanos» se tomaron «un respiro» en enero, aunque volvieron con fuerza a partir del mes siguiente. Desde febrero ya se han contabilizado una docena de fuegos en vehículos, sobre todo en el concejo de Soto del Barco y en Muros de Nalón. El triste serial comenzó el 17 de febrero. Entonces dos coches, un Nissan Patrol y un BMW, estacionados en la zona de El Puentín, en Piedras Blancas, fueron pasto de las llamas. No obstante, en este caso, la Guardia Civil sospecha que el incendio fue fortuito. Días más tarde, el 21, se produjeron otras dos quemas de vehículos, uno en Piedras Blancas (un todoterreno) y otro en Soto del Barco (un BMW). Apenas unos días después, otro incendio convirtió a un Mercedes en un amasijo de hierros y en un montón de cenizas en la calle Constitución de San Juan de la Arena (Soto del Barco). También provocó daños en el mobiliario público.

Durante la noche del 2 de marzo, los vecinos de El Parador, en Muros de Nalón, despertaron sobresaltado por un fuego que quemó un Peugeot prácticamente nuevo y que ocasionó numerosos daños en los bloques residenciales. Cuando los murenses aún no se habían recuperado del susto, otro incendio se declaró durante la noche del día 15 de marzo en las inmediaciones de la estación de tren de San Esteban. El resultado del siniestro: un BMW destrozado por completo. El 17 de marzo, los pirómanos saltaron a Soto del Barco, donde en una misma noche quemaron dos vehículos en la capital del concejo (un Renault 19 y un Peugeot 307) y otro en San Juan de la Arena (un Audi A6 familiar). El resto de incendios registrados desde el 4 de abril hasta ayer se produjeron en Piedras Blancas, Santa María del Mar y Salinas que se saldaron con cinco vehículos pasto de las llamas.