Félix VALLINA

Andalucía y Asturias se cogieron ayer de la mano para acudir a la fiesta organizada por la asociación de vecinos del barrio de La Luz. La plaza de Alvarado fue el escenario de una jornada en la que no faltaron ni el «pescaíto frito» ni la empanada asturiana, todo junto para celebrar el segundo día del festival astur-andaluz. «La verdad es que para ser el primer año que lo organizamos está teniendo mucha aceptación entre la gente, ayer (por el viernes) ya hubo mucho ambiente y hoy también estará lleno», señaló la presidenta del colectivo vecinal, Alicia González.

El día amenazaba lluvia, pero se fue despejando y a la hora del vermú la carpa rebosaba de público. Al recinto preparado para la ocasión no le faltaba detalle: farolillos, geranios, un tablao y una larga barra para servir finos y rebujitos. El toque especial lo pusieron los trajes de faralaes, sobre todo vestidos por niñas que recibieron obsequios por acudir ataviadas a la fiesta. «Todo el mundo nos felicita por la carpa, creo que hemos sabido darle ambientación», se congratulaba Alicia González.

Además de la fiesta, los vecinos del barrio también tuvieron la oportunidad de reencontrarse con su pasado visitando la exposición de fotografías antiguas sobre el barrio y las actividades de la asociación. «Es bonito acordarse de gente y de momentos felices», aseguró la presidenta de la asociación de vecinos de La Luz.

Además de las sevillanas, por la noche también se «pinchó» música de discoteca «para que todo el mundo pueda bailar y pasárselo bien este fin de semana en La Luz», matizó González. La fiesta continúa hoy a partir del mediodía y el recinto será clausurado a las seis de la tarde después de un día más de confraternización.