-¿Y el tejido empresarial asturiano es más de muros que de molinos?

-Aún queda camino por recorrer, pero el gran reto es dar el paso, atreverse a hacer algo distinto. No hace tanto tiempo en esta región se pensaba que exportar era vender más allá de Pajares. Ahora el mundo es global y el reto es dar el paso hacia nuevos mercados e incorporar la investigación y el desarrollo en ese proceso. En Asturias, por poco que se haga, el cambio será exponencial. Desde Asturfeito queremos ayudar a tirar de ese tren. En otras comunidades es algo que ya existe, ciertas empresas que hacen de motor. Nosotros nos apuntamos desde «ya»; sería necesario que otros nos acompañasen en este arduo camino. Hay que perder el miedo al fallo, al fracaso. Esto no es un gasto sino una inversión.

-¿Se refiere a que se formen consorcios empresariales?

-Sí, la colaboración y por ende los consorcios son fundamentales para que las regiones avancen y en ese sentido Asturias tanto desde el punto de vista empresarial como del institucional se está posicionando de forma ágil y coherente. Asturias ha sido industrial toda la vida. Hace falta alguien que marque el paso y las empresas debemos tirar de la innovación en Asturias.

-¿En este mundo de la investigación la cooperación con centros tecnológicos y universidades es vital para seguir creciendo?

-Toda colaboración es vital. La Universidad y los centros tecnológicos en Asturias están para formar equipo con las empresas. Nosotros nos nutrimos de sus conocimientos y ellos de nuestra experiencia.