E. CAMPO

La estampa del Niemeyer va, poco a poco, consolidándose en el horizonte avilesino. La reciente retirada de las torres eólicas situadas en terrenos adyacentes, así como la supresión de los montones de tierra de relleno que distorsionaban la imagen desde el otro lado de la ría, permiten ver con mayor nitidez los cuatro edificios que configuran el equipamiento. También está ya sin encofrados la marquesina, de recorrido sinuoso, que comunica el museo y el auditorio. La obra civil concluirá a finales de este año, tal como indicó recientemente el presidente del Principado, Vicente Álvarez Areces.

La Consejería de Cultura prepara ya la intervención en los límites de la parcela del Niemeyer, que durante años tendrá por vecinos solares vacíos, hasta que comience la urbanización de la Isla de la Innovación. La adecuación del entorno irá pareja a la habilitación de los accesos rodados, que discurrirán por los antiguos accesos de Ensidesa.

En lo que se refiere a la programación inaugural, el Niemeyer ya tiene un acto cerrado para 2011: la retrospectiva sobre el director de fotografía italiano Carlo di Palma, que se presentó en Cannes.