Illán GARCÍA

La instalación de una incineradora en Serín está rodeada de «engaños» y «falacias». Eso es, al menos, lo que afirmaron ayer varios representantes de IU durante una charla en el palacio de Valdecarzana. Este partido fue el único del Parlamento Regional que votó en contra de la instalación. Uno de los asuntos que más preocupa a la coalición es la manera de financiar la construcción de la incineradora. «En esta época de crisis económica, los Ayuntamientos y Comunidades Autónomas tienen serias dificultades para afrontar este tipo de gastos», indicó el coordinador general de IU en Avilés, Fernando Díaz Rañón, que fue el encargado de presentar a los ponentes de la conferencia.

A su lado, Emilia Vázquez, diputada regional de la coalición, esgrimió una serie de datos que avalan las dudas de IU sobre cómo se va a financiar la planta: «El recibo de la basura se va a subir, según Cogersa, unas cuatro veces y además se baraja la posibilidad de pedir un crédito al banco europeo de inversiones que debemos de pagar con los intereses que además se generen».

Al margen de las dudas sobre la financiación de la incineradora, los ponentes lanzaron una serie de propuestas basadas en el fomento del reciclaje en detrimento de las medidas ya aprobadas en el consejo de administración de Cogersa. «Nada es totalmente seguro cuando es inevitable, cuestión que aquí no ocurre», apuntó Vázquez, que explicó además los efectos negativos que pueden causar las emisiones de la planta tanto en personas como en el medio ambiente. «Las incineradoras son la fuente principal de dioxinas del planeta, que permanecen inalterables durante años, y afectan a la cadena alimentaria además de ser cancerígenas de tipo 1, según la Agencia para la Investigación del Cáncer», indicó la diputada de IU-BA-LV.

Tras la intervención de Vázquez, le tocó el turno a Enrique Fernández, asesor de Medio Ambiente de la coalición en la Junta del Principado. Fernández dudó sobre el coste REAL de la planta. «Si la de Zubieta, en Guipúzcoa, costó 261 millones y tiene la mitad de capacidad de la que se pretende instalar en Serín ¿Cómo es posible que esta cueste 250 millones? Es un dato irreal».

Otro asunto que se derivó de las ponencias de Vázquez y Fernández y posteriormente de Jesús Ángel Alonso, secretario de salud laboral y medio ambiente de CC OO, fue la escasa generación de empleo que se prevé para la incineradora y que choca directamente con sus planes.

«Si en Austria, en una incineradora como la que se prevé construir aquí, hay 81 personas trabajando, en un sistema de reciclado real esa cifra se multiplicaría por diez», aseguró Alonso. La coalición y el sindicato aportaron sus razones para oponerse frontalmente a la planta incineradora apoyados en una directiva europea que considera, a su juicio, que este tipo de instalaciones «son ilegales» porque el 90 por ciento de los residuos «se van a quemar sin tratamientos específicos previos».

La coalición puso en duda la eficiencia energética de la planta incineradora que «choca con el lema Asturias, paraíso natural porque dada la falta de voluntad política no se da respuesta al desarrollo sostenible». El debate, afirmaron, no está cerrado: «Quedan muchas cuestiones en el aire».