S. FERNÁNDEZ

Los sindicatos rompieron ayer, tras diecisiete meses de reuniones, las negociaciones del convenio colectivo de Asturiana de Zinc (Azsa) «por la postura finalista de la dirección y por el empeño en no querer modificar ningún punto de cuantos bloqueaban el acuerdo», comentó Nacho Requena que, en la reunión de ayer, se estrenó como portavoz del comité de empresa.

La crisis se centra en dos puntos principales, según explicó Requena: los sueldos y el contrato de relevo. «La empresa sigue empeñada en que no va a cambiar su oferta, que es un 0,8 de subida en 2009, un 1,5 en 2010 y otro 1,5 en 2011», apuntó el presidente del comité.

«Recordamos que hay un acuerdo nacional entre los sindicatos y la patronal, de la que el presidente de Azsa es ejecutivo, en la que se habla de una cláusula de revisión salarial. De las palabras de Jaime Arias (director de la fábrica) deducimos que si se aplicara esa cláusula se iban a escapar los inversores y aquí le recordamos que Azsa quiere llevarse 200 millones a su factoría alemana. Además dijo que su posición en los salarios era óptima teniendo en cuenta la bajada de sueldos del funcionariado. Nosotros no estamos de acuerdo con esta idea: la empresa sólo da beneficios», aseguró el sindicalista. Respecto del contrato relevo, según los sindicatos, la compañía «pretende condicionar los cambios voluntarios de puestos de trabajo con la aplicación del contrato de relevo».

Las secciones sindicales han convocado una reunión de urgencia del comité de empresa «en la que se acordará cualquier medida en favor de un acuerdo, incluida la huelga», anunció Requena. En todo caso, cualquier decisión futura «la deben de tomar los trabajadores en asamblea».