Director de David Chipperfield Architects

Elisa CAMPO

El arquitecto Andrew Phillips tiene 15 años de experiencia a sus espaldas, en proyectos del Reino Unido, EE UU y España. Como director de David Chipperfield Architects ha sido el responsable del edificio de la America's Cup en Valencia y de la Ciudad de la Justicia de Barcelona. Phillips ese uno de los miembros de la UTE Avilés Innova, encabezada por David Chipperfield, que es una de las cinco finalistas en el concurso para el plan especial de la Isla de la Innovación.

-Su equipo es buen conocedor de España. ¿Qué le hizo interesarse en Avilés?

-Nuestro estudio lleva trabajando en España durante más de una década y hemos construido en Barcelona, Galicia, Madrid, Teruel, Valencia, y también hemos realizado proyectos a lo largo de todo el país desde Vigo, León Logroño, Segovia, y Zaragoza hasta Badajoz, Estepona y Málaga. Esta parte del norte de España es singularmente bella y desde fuera parece como un secreto muy bien guardado. David Chipperfield pasa cada verano en Galicia, y por ese motivo la mayor parte de nuestro estudio ha visitado alguna vez esta parte de España. Actualmente tenemos en la Fundación Barrié de La Coruña una exposición con nuestro trabajo más reciente. El proyecto de la Isla de la Innovación supone un momento clave para Avilés, ya que implica una reflexión sobre su futuro y sobre las lecciones de su pasado, y eso es lo que lo hace especialmente interesante. El actual momento económico nos obliga, si acaso, a un tratamiento todavía más cuidadoso y aquilatado de cada problema.

-¿Es la competencia un aliciente en este caso?

-Realmente se convierte más en un estimulo que en una dificultad.

-El peso de David Chipperfield es muy fuerte en la UTE con que se presentaron al concurso. ¿Qué destacaría del equipo?

-En su momento, fuimos invitados a participar con amigos de aquí que son expertos en este tipo de proyectos, y creo que además la conjunción con el equipo de la universidad de Oviedo -Cecodet- con su conocimiento de la realidad local unida a nuestra experiencia internacional debería dar lugar a un equipo único. David Chipperfield siempre dirige cada uno de nuestros proyectos, esa es una característica muy propia de nuestro estudio.

-¿Cuáles considera que son los principales retos que plantea la Isla de la Innovación?

-Creo que lo más importante sería poder contribuir a una evolución graduada y meditada de la ciudad, e intentar evitar crear un espacio separado. Creo que el nuevo proyecto urbanístico debería ser capaz de definir un camino, una estrategia para el futuro de la ciudad en su conjunto.

-Usted estuvo en Avilés. ¿Qué impresiones se llevó?

-El lugar tiene una posición privilegiada como cabeza de un estuario, lo cual es en si mismo la definición física de Avilés. Personalmente, he quedado muy impresionado por la cualidad del espacio que Niemeyer ha creado entre sus propios objetos arquitectónicos. Creo que va a convertirse en la nueva plaza de la ciudad y va a permitir además una nueva visión del casco antiguo. Me gustaría subrayar también la impresión que me ha producido pasear por el Parque de Ferrara, realmente un parque urbano excepcional.

-¿Qué opina de la actual barrera ferroviaria, y de las opciones planteadas para su resolución?

-Somos conocedores de las distintas opciones para la solución del ferrocarril, algunas de los cuales se han mostrado como inviables por distintos motivos, tanto técnicos como económicos. Creo que la solución final es muy razonable. Esta es una opción que además alguno de los miembros de nuestro equipo -Carlos Rodríguez Marqués- propuso en su día como alternativa al problema ferroviario.

-¿Tiene la Isla de la Innovación paralelismos con algún proyecto en el que haya trabajado?

-Un gran número de ciudades ha comenzado a reconsiderar su relación con el agua, incluyendo Londres, otras sin embargo están reconsiderando la cualidad de sus espacios públicos. Ahora estamos trabajando por todo el mundo en varias áreas que son consideradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, desde en Venecia y Pisa hasta Berlín y Verona, y también estamos trabajando en el proyecto que define el futuro de la Fundación Menil en Houston, en un entorno que tiene el carácter de un suburbio tradicional americano. Nuestro objetivo en todas esas ciudades es por encima de todo mantener la esencia de cada lugar y a partir de ahí desarrollar una estrategia que permita su desarrollo futuro a partir de sus propias peculiaridades. Pretendemos evitar que nuestras propuestas tengan una imagen uniforme, una imagen de marca y por el contrario intentamos ayudar a reforzar la esencia, lo específico de cada lugar. En Valencia por ejemplo construimos un edificio en el puerto para la celebración de la Copa América de vela, que ha transformado por completo el puerto antiguo, pero aún siendo un proyecto con un éxito reconocido por todos, es un proyecto específico para esa circunstancia y ese lugar y por tanto intransferible para cualquier otra ciudad aunque también fuera portuaria.

-¿En qué medida puede un plan urbanístico transformar una ciudad?

-Creo que un proyecto urbanístico como éste, si realmente logra definir sus objetivos correctamente, puede lograr mucho más que un cambio superficial en la imagen de la ciudad. Realmente puede llegar a modificar la vida de los ciudadanos mejorando su entorno, sus servicios, sus espacios públicos. En teoría este proyecto debería lograr una ciudad bella y equilibrada donde poder vivir y trabajar de un modo armónico.

-¿Cómo afectará la situación de crisis al proyecto avilesino?

-Esperemos que esta nueva condición sirva para garantizar una toma de decisiones más reflexionada y cuidada. Este plan urbanístico debería de ser capaz de desarrollarse y crecer con el tiempo a la vez que adaptarse a unas situaciones económicas y socio culturales cambiantes con el paso de los años.

-¿Cómo puede transformarse un diseño como este en una realidad que tenga financiación y que sea sostenible?

-Si logramos que la sociedad de Avilés se involucre en el proyecto, ese respaldo colectivo le permitirá a este plan sobreponerse a todas las dificultades que un proyecto de esta envergadura indudablemente se encontrará en el transcurso del tiempo. Entendemos que en ningún caso que este proyecto pueda ser el resultado de una visión personal de un arquitecto que sobrevuela sobre la ciudad y sus problemas. Muy al contrario, nuestro trabajo es intentar comprender el lugar, su situación, los problemas reales de la comunidad e intentar desarrollar una estrategia que permita responder a esos asuntos, y a la ciudad planificar su futuro por encima de cualquier personalismo.

Avilés Innova

La UTE está compuesta en un 50% por David Chipperfield Architects, un 25% por Arqyur y un 25% por Carlos Seoane Arquitecto.

Colaboradores

XMD Arquitectura e Ciudade, el CeCodet de la Universidad de Oviedo, ETT proyectos y ASTP8.

Delegado

Alfredo Garrote, arquitecto de Arqyur.

Diseño urbanístico

Estaría dirigido por David Chipperfield en coordinación con Carlos Seoane y Xerardo Estévez de XMD.

«Me ha producido gran impresión pasear por el Ferrera, realmente es un parque urbano excepcional»

«Uno de los miembros de nuestro equipo, Carlos Rodríguez Marqués, ya había planteado en su día la ronda ferroviaria»