Amaya P. GIÓN

La madera es la base de su Materia Prima, con la que diseñan y acaban entregando llave en mano casas de cuento a base de pino nórdico. Las empresarias Sara del Cid, avilesina, y Lara María Cepa, de Valdesoto (Siero), celebran hoy su día, el del emprendedor, con una jornada más de trabajo en su oficina del centro de empresas La Curtidora, donde se han instalado recientemente en plena reestructuración de su negocio como consecuencia de la crisis. Su empresa, Materia Prima, nació hace cinco años y es precisamente la coyuntura económica actual la que la mantiene aún en proceso de consolidación. «Seguimos en ello al tener que adaptarnos a la nueva situación de crisis. Hemos tenido que cambiar la organización de la empresa... Y todavía nos queda», sostienen.

Estas empresarias de 34 años realizan proyectos constructivos en madera elaborando desde el primer boceto y revisando hasta el último detalle antes de entregar la vivienda a sus clientes. Recalaron en La Curtidora, tras pasar por Oviedo, por la «necesidad de reducir costes y por la calidad de los servicios que ofrece». Del Cid, a cargo de la parte comercial, y Cepa, perito industrial de estructuras, han tenido que renunciar a asumir el personal en obra, para reducir gastos. «Antes teníamos carpinteros en plantilla, ahora los subcontratamos a otras empresas para reducir gastos fijos», añaden.

La construcción en madera también se ha resentido por la crisis, aunque «se nota menos que en el ladrillo», en buena medida por el auge de las rehabilitaciones y reformas. Las empresarias, casadas y sin hijos («nuestra empresa por el momento no nos lo permite», aclaran), subrayan que aún existe mucho desconocimiento en el tipo de construcciones que diseñan y comercializan. «Las viviendas de madera ofrecen un gran nivel de confort. La madera absorbe la humedad, lo que las hace muy apropiadas para dolencias respiratorias y reumáticas», argumentan tras señalar que el precio medio del metro cuadrado útil ronda los mil euros. «Con los avances técnicos nuestras viviendas ofrecen las mismas garantías de fiabilidad y durabilidad que la construcción de ladrillo y hormigón o acero», concluyen.