Amaya P. GIÓN

«¡Tengo pendientes muy bonitos, ideales! ¡Y bolas de nieve y portalápices, mire qué preciosidad! ¡compren, compren!», vociferaba ayer en plena plaza de España Ismael Díaz junto a su compañero David Kubiak, ambos alumnos del Colegio Público de Villalegre y pertenecientes a la cooperativa Happy Kids. «Nuestra cooperativa es de buena calidad, por eso en ningún sitio la encontrarás», recogía el cartel promocional de esta pequeña empresa, una de las 51 que tomaron El Parche con motivo de la celebración del Día del Emprendedor.

Estos jóvenes empresarios consiguieron superar la crisis. Y es que muchas de las cooperativas participantes lograron agotar las existencias, como la del CRA Bajo Nalón. «Lo hemos vendido todo: libretas, botes, carteras, fundas de móviles, imanes para la nevera, servilleteros, pulseras...», presumían los vendedores, aunque la pequeña Iyana Baños, de 6 años, reconocía parte del éxito de su negocio. «Es que hubo por aquí muchos familiares», sentenció.

Las 51 cooperativas participantes surgieron de los proyectos Empresa Joven Europea (EJE), una Empresa en mi Escuela (EME), una Empresa en mi Centro (EMC) y Jóvenes Emprendedores Sociales (JES), y comercializaron en el corazón avilesino los productos que resultaron de la actividad empresarial que desarrollaron a lo largo del curso escolar.

«Somos una empresa de comercio justo. Un porcentaje de lo que recaudemos aquí irá destinado a una ONG, que gestionará un proyecto en Ecuador para generar energía eléctrica a partir de desechos de animales. El resto lo invertiremos en el viaje de fin de curso», explicaba a los posibles clientes el quinceañero vasco Ander Bartolomé. Y es que en esta edición del ya tradicional mercado de emprendedores participaron como invitados los centros IES Zubiri Manteo, de San Sebastián, y el IES Iturrama, de Pamplona.

La cooperativa navarra Itux Market ofertó productos típicos de la tierra, como quesos artesanos elaborados con leche de oveja. «Parte de los beneficios irán para una ONG y el resto lo repartiremos entre los miembros del grupo», relató Irati Hernández, de 17 años. Esta cooperativa navarra, que ayer vivió en carne propia la ley de la oferta y la demanda, también participó en San Sebastián en un mercado de similares características. «Vendimos más en San Sebastián que en Avilés. Aquí hay mucha más oferta», concluyó la joven.

No todos los emprendedores cerraron la jornada con grandes beneficios. «Va a ser verdad que existe la crisis. Las ventas van regular», reconoció Nadia Díaz, estudiante de cuarto de ESO. Su cooperativa, «4BA», comercializa galletas belgas. «A ese señor le gustaron pero no nos las compró porque dice que son muy caras. Cuestan 3,5 euros. Es que nos las vendieron muy caras y también tuvimos que pagar el envío», añadió su compañera Tanya Fernández; un ejemplo de que emprender y triunfar no es en absoluto tarea fácil.