Arnao, Inés MONTES

El problema de la pérdida de arena que trae de cabeza a los vecinos y usuarios de la playa de Salinas se reproduce ahora en Arnao. El arenal castrillonense preferido de los vecinos de Piedras Blancas, es un pedrero, según denuncian los usuarios. «Cuando sube la marea no queda playa. La mar se llevó mucha arena dejando piedras y rocas al descubierto y las olas llegan hasta el muro», se quejaba ayer un usuario de la playa de Arnao.

«Es un pedrero, en marea alta no se puede bajar a la playa porque no hay un rincón con arena para poner la toalla», indicó un vecino de Piedras Blancas que desde hace años acude casi a diario a la playa de Arnao. «Este verano no se a dónde voy a llevar a la familia. A Salinas tampoco se puede ir porque la pleamar también invade casi toda la playa. Sólo queda San Juan», dijo.

La playa de Arnao es una de las más abrigadas del viento de todo el litoral castrillonense. Junto con las de Salinas y San Juan, también acoge gran número de surfistas durante todo el año. Al oeste del arenal se encuentra el arrecife del Devónico, una zona muy visitada por los expertos. En la cota cero del arenal se localiza uno de los accesos a la mina de Arnao. Una vez que concluyan las obras de restauración de la mina, el acceso de la playa será una de las salidas al exterior para los turistas que visiten los cien metros de galerías que se abrirán al público.

En los últimos años, la Demarcación de Costas en Asturias realizó obras de mejora en la zona en la que habilitó un paseo marítimo. Asimismo, de Arnao parte el trazado de la senda norte que finalizada diez kilómetros después, en la playa de Bayas.

El problema que padece la playa de Arnao es común en los últimos meses en el litoral asturiano, aunque en la costa castrillonense es más intenso. Los expertos no se ponen de acuerdo si el fenómeno se incrementa por el cambio climático o por la intervención humana. En el caso de las playas de la comarca, también se culpa a los dragados en el Puerto de Avilés de la falta de arena en las playas.

La fuerte acción del mar en Salinas que ocasionó la pérdida de grandes cantidades de arena, obligó el pasado invierno al Ministerio de Medio Ambiente a acometer unas obras de emergencia que supusieron una inversión de más de un millón de euros.

«Costas está estudiando las causas de la pérdida de arena en Salinas y debería hacer lo mismo en Arnao porque tenemos el mismo problema. Aquí no hay edificios pero si un patrimonio histórico muy importante», dijo un vecino.